Exposición

Todo orden se quiere puro, una retrospectiva de Núria Güell

El poder que más inquieta a Núria Güell no es el que se legitima únicamente a través de la fuerza o la violencia, sino el que se legitima también a través de la Verdad, de la aclamación, del Bien moral. El poder que se representa como un Bien es mucho más difícil de eludir, porque los bienes no solo son respuestas a una necesidad, sino que también, y sobre todo, representan una fuente de satisfacción y goce. Comúnmente, los sujetos gozamos al corresponder a un poder o al ser correspondidos por él, y tiene poder cualquier cosa sobre la que proyectemos, consciente o inconscientemente, el valor del Bien. Esas cosas fetichizadas sobre las que se proyecta valor o poder son las que gobiernan las comunidades. ¿Y quién puede negarse a obedecer un mandato del «bien común»?

Simplificando mucho, en Todo orden se quiere puro la artista utiliza sus proyectos anteriores como canal para adentrarse en la deriva moralista y totalizadora de la opinión pública actual, claramente visible en la voluntad redentora de las instituciones culturales, y al mismo tiempo preguntarse por la implicación del artista en dicha deriva. Con esta operación, Núria responde a la demanda institucional de una exposición retrospectiva, con cinco propuestas nuevas y la complicidad de siete artistas, tres pensadoras, dos exreclusos, algunos sacerdotes y una monja youtuber.

​​Artistas invitados: Levi Orta, Rosa Casado y Mike Brookes, Lía Vallejo, Democracia, Habacuc​

Programación