Barcelona, ciudad saludable
Los niveles de contaminación en Barcelona suponen un riesgo para la salud, y son los coches y las motos los responsables del 80 % de las emisiones en la ciudad. Por eso hay que reducir los coches y aumentar el transporte público. Hoy tenemos nuevas líneas de bus, más inversión en el metro y un acuerdo para coser la ciudad y el área metropolitana con el tranvía, además de mil kilómetros adaptados para bicis. Si hay menos coches, el espacio lo ocupan las personas y el verde urbano, un espacio que se ha multiplicado con las supermanzanas del Poblenou o Sant Antoni, aceras más anchas, calles peatonales y diez nuevas hectáreas de verde cada año.
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Activado el aviso preventivo de contaminación atmosférica por PM10
Los servicios municipales activan medidas preventivas, como regar de forma más intensiva y evitar el uso de sopladores.
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La movilidad: un derecho y una cuestión de salud
Impulsamos una ciudad saludable y sostenible en la que la prioridad en el espacio público es de los peatones, seguido del transporte público, las bicicletas y, en último lugar, los vehículos de motor.
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La naturalización de los espacios verdes avanza en toda la ciudad
Se incrementa la vegetación, se respetan los procesos naturales de las plantas y se acerca la naturaleza a la vida de las personas.
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Protocolo de actuación ante los episodios de contaminación del aire
Se activará cuando se registren altos niveles de dióxido de nitrógeno y de partículas en suspensión PM10.
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Abre el parque de las Glòries
El nuevo parque tiene 20.400 metros cuadrados de verde y más de cuatrocientos árboles, un área de juegos infantiles con toboganes gigantes, un espacio lúdico y deportivo para jóvenes, la rambla de los Encants y un área de perros.
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Cumplir los niveles de contaminación evitaría al menos 250 muertos cada año
Las restricciones de circulación para los vehículos más contaminantes se activan el 1 de diciembre y se harán efectivas cuando se declare un episodio de contaminación por dióxido de nitrógeno.