Las obras de la Sagrada Familia ya tienen licencia
Regularizadas las obras de la Sagrada Familia después de 130 años sin licencia. La concesión forma parte del acuerdo histórico con la basílica, que también incluye una aportación por parte del templo de 36 millones de euros en diez años para mejorar el transporte público, el urbanismo y los servicios municipales del entorno.
La Comisión de Gobierno ha aprobado la concesión de una licencia de gran rehabilitación con aumento de volumen y ejecución de obras para regularizar la construcción de la Sagrada Familia, que desde 1885 se ejecutaba sin permiso.
La concesión establece un techo máximo edificable de 53.495 metros cuadrados y prevé dos plantas de sótano. La licencia afecta a la parcela que ocupa actualmente la basílica, pero no incluye el proyecto de escalinata de acceso a la fachada de Glòria por la calle de Mallorca, que se estudiará en una comisión de trabajo con el patronato, el vecindario y las entidades.
El patronato pagará 4.627.074 euros por el impuesto de construcción y la tasa de licencia de las obras, que se prevé que acaben en el año 2026.
Uso religioso y cultural
También se han tramitado los permisos de actividad de la Sagrada Familia, que establecen que el uso principal del templo es el de centro de culto visitable, con horarios diferentes para los actos litúrgicos y las visitas, y con un espacio de museo.
Se incluye también la sacristía, oficinas y talleres de mantenimiento y una superficie máxima de 378 metros cuadrados para el establecimiento comercial, que solo puede vender productos relacionados con el templo y tendrá acceso exclusivamente desde el interior de la basílica.
Corresponsabilidad en el espacio y los servicios públicos
El acuerdo histórico para regularizar las obras y la actividad de la basílica también incluye una aportación por parte del templo de 36 millones de euros en diez años para mejorar el servicio de autobús, la accesibilidad al metro, el urbanismo y los servicios municipales del barrio.
El objetivo es proteger la vida vecinal, reducir el uso intensivo del espacio público y la movilidad y mejorar la gestión de la masificación turística.