Un viaje fascinante al cerebro

Imatge d'una maqueta d'un cervell fet amb filferros a l'exposició Cervell(s) al CCCB. © Martí E. Berenguer

A pesar de disponer del mapa más detallado que jamás ha existido del cerebro, su funcionamiento sigue generando muchas incógnitas, filosóficas y también científicas. La exposición Cerebro(s) invita a responder y a plantearse todavía más preguntas sobre cómo funciona este órgano.

A finales del siglo xix, cuando los científicos pensaban que el cerebro era un amasijo de fibras nerviosas del que no podían ni intuir cómo funcionaba, Santiago Ramón y Cajal descubrió la neurona, la unidad fundamental de este órgano fascinante y extremadamente complejo del que emanan los rasgos que nos definen como humanos: el lenguaje, la consciencia, el pensamiento abstracto, la memoria y la creatividad. Poder vislumbrar la estructura del sistema nervioso le valió, en 1906, el Premio Nobel de Medicina, y abrió la puerta a la neurociencia moderna. De hecho, desde el descubrimiento de la neurona, que hizo en un pequeño piso de la calle del Notariat en Barcelona, donde pasaba largas horas frente a un microscopio rudimentario entre tinciones y muestras, el ritmo de los avances en este ámbito de investigación se ha acelerado muchísimo.

A pesar del conocimiento que tenemos del cerebro y de que ahora disponemos del mapa más detallado que jamás ha existido de la materia gris, su funcionamiento sigue generando muchas incógnitas, filosóficas y también científicas: ¿por qué soñamos? ¿Se puede medir la consciencia? ¿Por qué la evolución ha creado el cerebro? ¿Será posible aumentar la inteligencia con chips, como ha propuesto la ciencia ficción? ¿Puede sobrevivir la mente separada del cuerpo?

Estas son algunas de las preguntas que plantea la muestra Cerebro(s), que se puede ver en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) hasta el 11 de diciembre de este año. Producida por el CCCB, la Fundación Telefónica de Madrid y la Wellcome Collection de Londres, parte de dos exposiciones anteriores del centro británico, y crece y se amplía para abordar nuevas cuestiones de la mano del físico y biólogo Ricard Solé, profesor de investigación Icrea en la Universidad Pompeu Fabra (UPF), que la comisaría en colaboración con Emily Sargent, directora de exposiciones de la Wellcome Collection.

Imatge amb un robot de l'exposició Cervell(s) al CCCB. © Martí E. Berenguer Imagen con un robot de la exposición Cerebro(s) en el CCCB. © Martí E. Berenguer
Dues persones assegudes en una taula una davant de l'altra experimenten una il·lusió òptica dins de l'exposició Cervell(s) al CCCB. © Martí E. Berenguer Dos personas sentadas en una mesa una frente a la otra experimentan una ilusión óptica dentro de la exposición Cerebro(s) en el CCCB. © Martí E. Berenguer

La muestra reivindica la figura fundamental del médico aragonés Santiago Ramón y Cajal, “un científico a la altura de Darwin o Pasteur, pero que ha sido muy maltratado en España”, en palabras de Solé, y es una invitación a hacer un viaje fascinante al cerebro y a lo que produce, a la mente. Cervell(s) está estructurada en tres partes: la primera, dedicada a la materia, se centra en las cuestiones más anatómicas, y trata temas como el estudio de cráneos fósiles y el arte rupestre, que muestran la aparición de la mente simbólica. Ricamente documentada con material histórico, grabados, dibujos y fotografías, objetos de anatomía antiguos y ediciones de época, como de Descartes o del propio Ramón y Cajal, presenta también varias analogías tecnológicas: el cerebro como telar, red eléctrica u ordenador.

La segunda parte está dedicada a todo lo que este órgano tan complejo genera. En este sentido, por ejemplo, se puede ver una pieza del cineasta Joaquim Jordà que explora la falta de recuerdos, y una serie de autorretratos del artista William Utermohlen, afectado por el alzhéimer, que plasman cómo se destruye la cognición a medida que avanza la enfermedad. Asimismo, se exponen proyectos actuales de investigación científica e instalaciones artísticas, como la del colectivo Laramascoto, basada en el trabajo del antropólogo Roger Bartra y su teoría sobre el exocerebro.

El tercer y último ámbito explora las inteligencias no humanas, como la artificial o las colectivas de los estorninos o las hormigas, especies que trabajan conjuntamente como si fueran una sola mente, o la de organismos sin cerebro, como el hongo Physarum, capaz de encontrar la salida de un laberinto para hallar alimento.

Cerebro(s) recoge más de 300 piezas y pone en diálogo la obra de una veintena de artistas, muchos de ellos locales con proyección internacional, como Joan Fontcuberta, con proyectos científicos actuales y material audiovisual e histórico. En definitiva, “es un viaje fascinante al mundo del cerebro, sin duda, el órgano más complejo, misterioso y desconocido, del que nace la naturaleza humana”, concluye Judit Carrera, directora del CCCB.

Cerebro(s)
Comisarios: Ricard Solé
y Emily Sargent
Centre de Cultura
Contemporània de Barcelona (CCCB)
Hasta el 11 de diciembre

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