Una vida normal

Hace poco tiempo perdimos una forma de vivir. Quedó enterrada bajo una montaña de letras y de lágrimas. Hoy la evocamos en nuestras conversaciones, se cuela en los subtítulos de las noticias y, sobre todo, soñamos con ella. Cuando nos parecía que era lo último que podíamos perder, desapareció. La llamábamos “una vida normal”.

Sara, la protagonista de La hija de un ladrón, se enfrenta a todo para encontrar esa forma de vivir. A ella se la han negado. En la ópera prima de Belén Funes, a quien entrevistamos en estas páginas, la lucha de Sara está a pie de calle, sorteando obstáculos, llena de cosas simples y propósitos no muy lejanos. Lo único que desea esta joven madre es tener “una vida normal”.

También Barcelona, esa mujer luchadora y vital, se encuentra hoy perdida en esa búsqueda. Ha vivido su San Jordi en silencio, con las librerías cerradas y sin rosas en las calles. Temerosa. Pero la ciudad, por fortuna, tiene a sus libros para no sentirse desamparada, como podemos leer en las páginas de Barcelona: títol provisional, que destacamos en esta sección. Nadie mejor que los autores que la han relatado, desde Rodoreda a Casavella, para acercarnos el latido de esta ciudad que hoy solo sueña con tener, de nuevo, “una vida normal”.

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La ciutat després de la pandèmia. Revista Metròpolis 115

N115 - Mayo 20 Índice

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