En una España afectada por la austeridad, donde alrededor de 500.000 edificios nuevos permanecen vacíos, «la gente hace las cosas a su manera», dice Santiago Cirugeda, arquitecto sevillano subversivo que ha dedicado su carrera a recuperar espacios urbanos para el público. «En tiempos de crisis, la gente se une para encontrar soluciones colectivas». Con su profundo conocimiento de la legislación urbanística, Cirugeda no teme «ocupar», o okupar, espacios abandonados, utilizando su dominio de la ley para facilitar la construcción comunitaria. «La autoconstrucción no está legalizada en España, así que cualquier arquitecto que se enfrente a este problema tiene que asumir responsabilidades civiles y penales», comenta, aludiendo a los problemas logísticos con los que se enfrenta mientras trabaja al margen de la ley.

Ana Naomi de Sousa, Al Jazeera, 2014, 25', V.O. castellano

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