El objetivo era crear un campus sostenible que fomentara la interacción entre estudiantes de especialidades diferentes y se convirtiera en el buque insignia de LCI Education en Europa. La arquitectura del edificio integra varias soluciones sostenibles, como una fachada de aluminio en seco, un material 100 % reciclable y reutilizable, y una estructura metálica completamente recuperable y reciclable.

Además, el campus incluye una cubierta ajardinada que mejora el aislamiento térmico y una fachada diseñada para reducir la incidencia solar, que, además, optimiza la entrada de luz natural gracias a una distribución inteligente de los espacios. En su apuesta por la sostenibilidad, también incorpora energía fotovoltaica y sistemas de recuperación de aguas grises, así como la recogida de agua de lluvia para el riego de las zonas verdes.