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Imagen del velero.

Barcelona desde el mar

El Pailebote Santa Eulàlia nos brinda la ocasión de contemplar nuestra ciudad y su litoral desde un lugar privilegiado.

Barcelona ha estado conectada a lo largo de toda su historia con el mar, medio que ha contribuido siempre a su progreso industrial y al carácter abierto y cosmopolita de la ciudad. Este vínculo favoreció, por ejemplo, la construcción y mantenimiento de galeras y otros barcos de guerra desde el siglo XIII y hasta el XVIII en las Reales Atarazanas, sede del actual Museu Marítim de Barcelona. Una gran fábrica que daba trabajo de forma directa e indirecta a miles de personas y que se erigió en un gran motor económico de la capital.

La evolución de los astilleros y de la historia naval de Barcelona está ampliamente documentada en el museo, que más allá de mostrar sus colecciones o de acoger exposiciones temporales sobre diversos aspectos de la ciudad marítima, mantiene activo un velero ya centenario para que la ciudadanía pueda navegar por el litoral como lo hacía la gente de mar en el pasado. Se trata del Pailebote Santa Eulàlia, una pieza fundamental para conocer la navegación del primer tercio de siglo XX. El Santa Eulàlia, que se hizo a la mar por primera vez en 1918, fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en 2011 y actualmente es el embajador del Museu Marítim, de la ciudad y del país en eventos culturales vinculados con el patrimonio y la cultura marítimos.

A bordo el barco podremos observar la fachada marítima de la ciudad de Barcelona y experimentar la navegación junto a la tripulación. La ruta permite visualizar la salida del puerto a mar abierto, el barrio marinero de la Barceloneta, el barrio de la Vila Olímpica y el Fòrum. Amarrado en el Moll de la Fusta, el Pailebote Santa Eulàlia es un patrimonio vivo que las familias con niñas y niños a partir de 7 años pueden disfrutar plenamente.

 

Fecha de publicación: Jueves, 10 Noviembre 2022
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