En casa de la virreina de Nápoles

En Barcelona estamos acostumbrados a hablar a menudo de la Virreina para referirnos al palacio que está en la Rambla o bien a la barcelonesa que lo habitaba, pero que, en realidad... nunca fue virreina. Pero muy cerca, junto a la plaza de los Santos Just y Pastor, tienes otro palacio que sí, efectivamente fue habitado por una virreina de verdad: la virreina de Nápoles Isabel de Requesens. ¿Quieres ver dónde y cómo vivía esta mujer del siglo XVI? Pues ven a la visita guiada que tiene lugar cada sábado en el palacio Requesens.

Isabel de Requesens y Enríquez de Velasco (vivió entre el 1495 o 1496 y el 1532), también conocida con los nombres de Isabel de Cardona y de Requesens, fue una noble, hija de un colaborador en las campañas militares españolas en Italia y de una prima de Fernando el Católico. Isabel era condesa de Palamós y Trivento y Avellino y señora de la Baronía de Calonge.

Se casó con un primo suyo, Ramón Folch de Cardona-Anglesola, duque de Soma, conde de Oliveto y barón de Bellpuig, que fue virrey de Sicilia primero (1507-1509) y de Nápoles después (1510-1522). Se casaron en Nápoles, ante Fernando el Católico, pero ella vivió buena parte de su vida en el palacio de Requesens, en la calle del Bisbe Caçador, 3, un edificio que desde los primeros años del siglo XX es la sede de la Reial Acadèmia de Bones Lletres y que actualmente se puede visitar cada sábado.

Hazlo y descubrirás un edificio construido en el siglo XIII sobre la antigua muralla romana. De hecho, sin embargo, lo que podrás ver responde, en buena parte, a la reforma estructural del edificio que se realizó durante el siglo XV.

Si vienes a hacer la visita, te recibirán en el patio del palacio con una copa de cava y en aquel momento empezará un recorrido que te llevará a conocer las dependencias principales de la casa (¿sabes que tiene un salón al cual le llaman el Tinellet por las similitudes que tiene con el Salón del Tinell?), pero también, desde hace poco, la torre del palacio, desde la parte superior de la cual tendrás una vista espléndida de la ciudad.

No te vayas aun pues, para hacerte un cumplido, la señora de la casa ha organizado una batalla de espadas que te llevará, derecho, a los tiempos en que la virreina de Nápoles en persona se paseaba por la casa.

Por supuesto, no podrás ver en persona a la virreina, pero te diremos que la belleza de la dama fue legendaria y que incluso uno de los artistas más conocidos del Renacimiento, el gran Rafael, le hizo un retrato en 1513, que puedes ver en el Museo del Louvre, puesto que la obra, encargada a Rafael por un cardenal, fue un regalo del Papa al rey Francisco I de Francia, que coleccionaba retratos de bellezas femeninas de la época.

Si quieres conocer uno de los edificios más singulares y con más historia de la ciudad, no te pierdas la vista al palacio Requesens, pero antes consulta en la web de Sternalia toda la información sobre las visitas.