Dos artistas mexicanos hablan sobre violencia de género en Chez Xefo

Todo tiene lugar en Chez Xefo, un espacio de arte del Poblenou que, en esta ocasión, se desdobla para acoger dos muestras de dos autores mexicanos. Son fruto de la colaboración entre el espacio barcelonés y Ultramarinos, un colectivo dedicado a la promoción y difusión del arte que centra sus esfuerzos a establecer puentes artísticos entre México y Barcelona.

Es así como nos trae al Poblenou las fotografías de Toño Saldaña. Las imágenes que forman su exposición Dame la muerte, chiquita (en la foto, a la derecha), nos plantean las historias de treinta mujeres de diversos países del mundo que vivieron un infierno de maltratos y que, finalmente, se vieron abocadas a asesinar (con armas que van de la plancha al veneno) a esos agresores que las sometían a maltratos físicos a ellas y, a menudo, también a sus hijos.

Son una serie de mujeres que, como nos muestran las imágenes de Saldaña, al enfrentarse a la ley sufren una doble victimización. El fotógrafo, un artista mexicano que vive en Barcelona, recrea escenas empleando maquillaje y vestuario propio de pin-up, y acercándose a una realidad oscura que, sin embargo, dota de un imaginario colorido y cercano a la estética pop,  buscando convertir las imágenes en una especie de representaciones teatrales instantáneas, unas puestas en escena que nos muestran que la violencia de género se produce en países diversos y también en entornos socioeconómicos de todo tipo.

Con las fotografías de Saldaña, obras de un segundo artista mexicano, Manuel Solís, que se expresa en este caso mediante los grabados y, en concreto, mediante unas obras realizadas mediante la técnica del aguafuerte. Las creaciones que veréis en Obra negra (en la foto, a la izquierda) nos hablan sobre desapariciones y muertes, y más concretamente sobre estas desapariciones de mujeres que son un hecho tan habitual. Las creaciones de Solís, que ponen el acento en la fragilidad de los cuerpos, nos invitan a dejar de aceptar como normales unas desapariciones que él nos muestra de forma fragmentada, en un intento de expresar el desvanecimiento, el terror y todo el dolor que acompaña estas ausencias. Son unas creaciones especialmente transgresoras y perturbadoras que muchos califican de incómodas e incluso brutales.

Si queréis ver cómo dos artistas mexicanos emplean técnicas diversas para hablar de la violencia de género, consultad este enlace y este otro antes de venir a Chez Xefo a ver las exposiciones.