La obra más ambiciosa de Puccini
Il trittico, tres óperas de un solo acto que muestran eventos que transcurren en diferentes épocas, llega al Liceu.
Tres óperas de un único acto aparentemente sin lazos entre sí. Pero son fragmentos de realidad. Esto es lo que nos ofrece Il trittico, una ópera de Puccini que se estrena en el Gran Teatre del Liceu. Las tres son Il tabarro, Suor Angelica y Gianni Schicchi, que se estrenaron en la Metropolitan Opera House de Nueva York en 1918.
La puesta en escena no es fácil, pues estas tres óperas pertenecen a tres géneros diferentes: Il tabarro, un melodrama; Suor Angelica, una ópera corta lírico-mística, y Gianni Schicchi, una farsa tan macabra como divertida.
Il tabarro. Una barcaza sobre el Sena en París en 1910. Giorgetta, la joven esposa de Michele, el dueño de una barcaza, tiene una aventura con el marinero Luigi. Los dos amantes lo preparan todo para encontrarse por la noche; ella encenderá una cerilla una vez que Michele se haya ido a dormir. Pero una confusión hace que los dos hombres se enfrenten. Michele se pelea con Luigi y le obliga a confesar su amor por Giorgetta. Luego, lo mata.
Suor Angelica. Un convento cerca de Siena, a finales del siglo XVII. Desterrada a vivir en clausura después de tener un hijo ilegítimo, la hermana Angelica no ha sabido nada de su familia en siete años. Finalmente se anuncia una visita: es la tía de Angelica, una princesa. Y le comunica con toda frialdad que su hijo, al que no ha vuelto a ver desde que ingresó en el convento, murió dos años antes. Angelica, devastada, planea acabar con su vida.
Gianni Schicchi. Florencia, en 1299. Los codiciosos familiares del rico Buoso Donati descubren que el difunto ha dejado su fortuna a la iglesia. El joven Rinuccio sugiere que Gianni Schicchi, un hombre astuto hecho a sí mismo y padre de su novia, Lauretta, puede ayudarlos. Juntos idean un astuto plan. Los familiares llaman al notario y Schicchi, vestido con el camisón y la gorra de Buoso, desde su lecho de enfermo dicta un nuevo testamento, en el que deja la mayor parte de la herencia, incluida la casa en la que se encuentran, a su “querido amigo Gianni Schicchi”.
Las entradas para la ópera pueden adquirirse desde este enlace.