Un rincón de verdor y frescura en la calle de Muntaner

Además de la casa de inspiración renacentista que diseñó Enric Sagnier a principios del siglo XX, la que fuera residencia del empresario Julio Muñoz Ramonet tiene un jardín que abre todo el año y que, cuando hace calor, es un refugio de verdor y agua en plena calle de Muntaner. ¿Ya lo conoces?

Si has venido, posiblemente querrás repetir y, si no, puedes acercarte a este pequeño tesoro secreto de la ciudad cualquier día del año entre las 10 y las 20 h, ya que este es el horario fijo del recinto, al cual accederás de forma gratuita.

Este verano no podrás visitar el edificio por dentro, pero sí vagar por los jardines, un pequeño oasis urbano que, originalmente, había diseñado Jean-Claude-Nicolas Forestier, el paisajista francés que creó buena parte de los jardines de la montaña de Montjuïc y que introdujo en la ciudad el concepto de jardín mediterráneo.

En la finca de la calle de Muntaner, entonces residencia de Ferran Fabra i Puig, segundo marqués de Alella y primer propietario de la casa, se estructuró un jardín con tres terrazas, con una central con una fuente. Ese primer diseño fue reinterpretado en los años cincuenta del siglo pasado por el dibujante y diseñador de jardines Joan Mirambell i Ferran, quien le dio el aspecto que tiene ahora, con un juego de desniveles característico.

Un estanque, una pérgola, esculturas de Josep Dunyach i Salai de Josep Cañas i Cañas... El espacio, ya lo verás, es una delicia, si te gusta la tranquilidad. Escucharás pájaros como urracas o carboneros mientras paseas entre laureles, glicinas, clivias, aspidistras y cerezos del Japón, entre muchas otras especies vegetales que crecen en la tierra o viven en el agua, porque el estanque también alberga muchas plantas acuáticas. Si tienes niños y buscas un espacio fresco para pasar la tarde, esta es una buena opción.

Si aún no conoces los jardines de la Fundación Julio Muñoz Ramonet, ven a verlos en la calle de Muntaner, pero antes, consulta la web del espacio.