Toquemos los janggu, las percusiones de Corea

Con más de 2.400 instrumentos musicales, de los cuales cerca de cuatrocientos son de percusión, no debe sorprendernos encontrar en la colección instrumental del Museu de la Música de Barcelona algunos janggu, unos tambores de potente sonoridad que ocupan un lugar destacado dentro de la cultura musical coreana. Tienen un cuerpo de madera vacío en forma de reloj de arena, aunque también puede ser de metal, ladrillo o lata, entre otros materiales; utilizados tanto para las canciones populares como para rituales chamanistas, producen unos sonidos de afinaciones y timbres distintos: los sonidos agudos salen del tambor que se toca con la mano derecha, y los graves, del que se toca con la izquierda. En cualquier caso, y según reza la tradición, cuando ambos se tocan a la vez, representan la armonía entre el hombre y la mujer.

Toquemos los janggu, las percusiones de Corea permitirá que niñas y niños experimenten una sesión de percusión y conozcan nuevos patrones rítmicos. De hecho, el janngu se considera a menudo un instrumento de acompañamiento por la agilidad de ritmos y sonidos que genera, sobre todo, por su versatilidad (se puede hacer sonar con baquetas o con las manos). Además, no es imprescindible ser una persona experta para tocarlo: el janngu está presente en toda la música de Corea, y todo el mundo puede usarlo, sea o no profesional. Quien sí es un experto en el instrumento es Lluís Solsona, conductor de esta actividad participativa. Formado en el Conservatorio y en la ESMUC, Solsona desarrolla actualmente un proyecto de ritmos coreanos.

Con propuestas como Toquemos los janggu, las percusiones de Corea, el Museu de la Música pone en práctica uno de sus objetivos fundacionales: ser un lugar para la experimentación y la reflexión en torno al hecho musical, un punto de encuentro y de debate abierto a toda la ciudadanía.