Las transformaciones en el abastecimiento de agua producidas en Barcelona durante la segunda mitad del siglo XIX trajeron consigo la proliferación en el espacio público de las fuentes para beber. En este marco se incorporaron al patrimonio de la ciudad las fuentes Wallace, un modelo característico de París.
Las fuentes Wallace
En Barcelona solo quedan dos de las doce fuentes Wallace que se cree que llegaron, además de la también original de la sede social de Aigües de Barcelona, la variante conocida como “de los niños”, y algunas réplicas.
() La Sèrie Barcelona encarna el model de font més habitual als nostres carrers. Es comercialitza amb diversos noms relacionats amb la ciutat i ha esdevingut una icona urbana.