Quieren conseguir formar nuevos espectadores. Y lo que todavía es más complicado, fidelizarlos. Este es el objetivo del Centre Cívic Zona Nord con su participación en el programa Barcelona Distrite Cultural. "Queremos ofrecer una programación continuada que permita crear hábitos de consumo. Que los vecinos sepan que cada mes encontrarán algún espectáculo programado en nuestro escenario y que lo busquen para saber si les interesa", explica Aránzazu Ortega, la encargada de la dinamización del Teatro Zona Nord, un equipamiento con más de 330 localidades que, hasta ahora, sólo podía programar gracias a operaciones de intercambio con algunas compañías: ellas podían hacer uso de las instalaciones a cambio de actuaciones.

Para conseguir atraer a este nuevo público, el Teatre Zona Nord ha comenzado varias líneas de programación a través del catálogo de Barcelona Distrito Cultural. Por un lado tratan de atraer al público familiar con montajes –programados en horario de mañana o en fin de semana– como Amigoo, de Mumusic Circus (que se vio el pasado sábado); y, aunque tampoco quieren olvidarse del público general, su apuesta principal es por llegar al público joven, en parte con la mirada puesta en los estudiantes del instituto vecino que tiene línea de enseñanzas artísticas. "Hemos elegido artistas con un lenguaje propio, más joven y más arriesgado, que interpelan directamente al público; montajes en los que, a poder ser, la música juegue un papel importante", apunta Aránzazu Ortega, que pone como ejemplo dos de las propuestas que se podrán ver en la edición de otoño del Barcelona Districte Cultural: Mí madre y yo, de Sònia Gómez (14 de octubre) y Mal Martínez. Humor y hostias (20 de octubre).

Aránzazu Ortega insiste en que, de momento, la elección realizada no deja de ser una prueba: "Probaremos estilos y temáticas diferentes y, a la salida del espectáculo, escucharemos qué dice la gente para finalmente poder tomar decisiones". Y añade: "El hecho de haber conseguido tener una programación estable nos ayudará a lograr fideliizar al público, porque si no es muy difícil, cada vez que programas un montaje tienes que empezar desde cero".