La idea nació de un encuentro. Clara Peya, cantante, pianista y compositora, coincidió un día con una antigua amiga que ahora se hacía llamar Miquel. Y empezó a hacerse preguntas. Y se dio cuenta de que si ella se las hacía qué no les pasaría a los otros. Así que lo habló con su hermana, Ariadna Peya, bailarina y coreógrafa, con quien ya hacía un tiempo que había formado una compañía, Les Impuxibles, y decidieron que querían hacer un espectáculo sobre las personas transgénero, Limbo, que ahora presentamos en el Barcelona Districte Cultural.

"Cuando nos decidimos", recuerda Ariadna, "hicimos lo que hacemos siempre cuando empezamos un espectáculo nuevo: informarnos; y no sólo leer sino también conocera  gente que afronta esta cuestión en su día a día y hablar con ellos; hablar mucho". Entre las personas que Clara y Ariadna conocieron estaban Miguel Missé y Pol Galofré, que habían tomado la decisión de practicarse un cambio de sexo. Suyos son los textos que aparecen en Limbo, a los que ha dado forma y dramaturgia Marc Rosich. La directora Míriam Escurriola completa el equipo de este espectáculo en el que conviven música, danza y teatro y que ya ha paseado por muchos escenarios consiguiendo muy buenas críticas.

La historia de Limbo está ambientada en un aeropuerto: Albert quiere coger un vuelo, pero no le dejan embarcar porque ni su nombre ni su género coinciden con el que aparece en su documento de identidad. Así que se queda atrapado durante horas en un duty-free, tierra de nadie, su particular Limbo, y mantiene una conversación con la chica que fue, Berta. "Cuando hicimos todo el proceso de investigación lo que queríamos era conseguir un punto de vista, una mirada y alejarnos de la superficialidad", explica Ariadna. Y Les Impuxibles la han encontrado defendiendo que los géneros no son dos sino infinitos y que hay infinitas maneras de afrontar tanto la masculinidad como la feminidad.

El escenario de Limbo acoge a cuatro intérpretes, entre las que  están Ariadna y Clara: se trata de dos bailarinas, una actriz y una pianista, "pero lo cierto es que las cuatro somos performers y hacemos un poco de todo", explica Ariadna, quien defiende la mezcla de lenguajes que practican en sus espectáculos. "Les Impuxibles siempre hemos trabajado con música y danza, pero en este espectáculo quisimos que también hubiera palabra, porque hay muchas cosas a decir, la gente está muy desinformada". Y añade: "La palabra explica las cosas de una determinada manera; la música y la danza te las muestran desde las emociones".