Actividad

Encuentros // Renunciar a ser artista. Sesión 2: La banalidad del Bien

Encuentros en torno a la exposición 'Todo orden se quiere puro' de Núria Güell
1 Diciembre, 2021 - 17:00

Comenzamos el año hablando de la renuncia del artista a ser, como mínimo, el centro de atención. Con el suicidio artístico de la pareja Broomberg & Chanarin, y Martí Anson (con)fundiéndose entre los participantes de su exposición, descubrimos cómo se puede dejar de ser artista sin dejar de hacer arte. Ahora las exposiciones de Núria Güell y Oriol Fontdevila utilizan conceptos como el bien y la belleza para analizar las causas y las consecuencias de esta renuncia.

Son muchos los artistas que en algún momento han renunciado a su condición. Por una crisis creativa, más de uno ha interrumpido, abandonado o incluso destruido su obra –es el caso de Rimbaud, Salinger, Michelangelo o Picasso, por mencionar a algunos artistas célebres–. En la película de Tarkovski Andrei Rublev, ese monje y pintor de iconos ruso del siglo xv renuncia a pintar por una crisis de fe: en un mundo salvaje, donde reina la injusticia y la destrucción, el arte no puede transmitir ninguna oración y por tanto deja de ser necesario. En el siglo xxi, ¿puede ser el arte (que no el artista) más necesario que nunca? ¿Podemos hacer del arte una bonita arma contra el sistema imperante? Estas son algunas de las cuestiones que tratan las exposiciones actuales y sobre las que hemos querido profundizar invitando a Núria Güell y a Levi Orta a conducir dos mesas de debate.

Arte y fe, arte y política topan con la pregunta del sujeto: ¿sobre quién recae la responsabilidad del hacer sin ser? Es la pregunta que Hannah Arendt se planteaba ante la obediencia ciega de Eichmann, aquel burócrata asesino, uno de tantos coautores del Holocausto. Una mirada que Güell retoma e invierte para cuestionar la autoridad ejercida en nombre de las buenas intenciones, ya sea desde las instituciones eclesiásticas o desde las culturales. ¿Dónde queda aquello de «quien la hace la paga»? La respuesta de Güell son Amadeu, Mohamed y Xavier, personas que han pasado por la cárcel y a quien Núria ha pedido que fueran los vigilantes de su exposición; pero también la monja y los curas intencionadamente anónimos, hablando en nombre de un colectivo y unos valores que dictan leyes y castigos.

Si borramos al sujeto creador y pensamos en el papel que juega el arte en la sociedad, tenemos que repensar el rol de la institución cultural. Desde Cataluña, Núria Güell pregunta: ¿quién está detrás de los enunciados de un museo? ¿Quién y cómo se ejecutan sus objetivos bienintencionados? En definitiva, ¿quién habla en nombre del arte o se sirve de él para ejecutar un conjunto de programas globalmente establecidos y políticamente correctos? Levi Orta plantea las mismas cuestiones, pero desde la realidad cubana actual, invitándonos a reflexionar sobre el secuestro de todo un sector y una terminología por parte de las autoridades culturales de Cuba. Si antes el arte ofrecía un resquicio para luchar contra el Estado, las recientes detenciones de artistas no afines a sus políticas culturales han llevado a muchos a desprenderse de sus credenciales. ¿Dejar de ser artista es hoy, en Cuba, el único camino para poder seguir haciendo arte?

Miércoles 1 de diciembre de 2021, de 17 a 21 h
La banalidad del Bien
Núria Güell, Laura Llevadot y Neus Carbonell
Si Hannah Arendt, en su tesis sobre la banalidad del mal, llegó a la conclusión de que Adolf Eichmann no era un monstruo o un pozo de maldad sino que simplemente deseaba prosperar en su carrera como burócrata y que, por tanto, debía cumplir las órdenes de sus superiores, de su poder, sin reflexionar sobre las consecuencias de sus actos, ¿qué pasa con el bien? ¿Los apóstoles del bien también se limitan a cumplir las órdenes de sus superiores? ¿Existe un disfrute posible en el hecho de obedecer? ¿Qué hay detrás de conceptos como el Mal y el Bien? ¿La moral no consiste acaso en obedecer los mandatos del Bien y condenar los actos contrarios a ese mandato, sin pensar demasiado en las consecuencias? ¿Se utiliza el Bien como pretexto para justificar pulsiones que nada tienen que ver con los enunciados bienintencionados o políticamente correctos? La artista Núria Güell ha invitado a la filósofa Laura Llevadot y a la psicoanalista Neus Carbonell a dar una charla en torno a estas ideas.

 

Actividad relacionada con el encuentro Crear dos, tres... muchos 11-J 

​Actividad gratuita, con inscripción previa en: activitats-centredart@bcn.cat

Programación