Fabra i Coats

Un nuevo punto de encuentro que combina descanso, participación ciudadana y prácticas culturales compartidas.

El vestíbulo de la Fábrica de Creación Fabra i Coats está viviendo una transformación profunda para convertirse en un espacio acogedor, abierto a la comunidad y pensado para el bienestar colectivo. Este amplio espacio a pie de calle, también nodo de conexión entre varios equipamientos del recinto Fabra i Coats, quiere convertirse en un lugar para estar tranquilas, jugar, descubrir y compartir. Desde el verano de 2024, forma parte además de la Red de refugios climáticos de Barcelona, con fuente de agua y wifi gratuito para garantizar el confort de la ciudadanía.

Cambio conceptual

Los cambios no son solo físicos, sino también conceptuales. El espacio del vestíbulo es un punto de encuentro e intercambio de puntos de vista, conocimientos y maneras de hacer, la base de toda práctica cultural. A menudo, estas relaciones comienzan con conversaciones informales y encuentros fortuitos.

Cada miércoles y jueves por la tarde, una persona del equipo de L’Ordit, el programa de cultura, educación y territorio de la Fábrica, dinamizará el espacio. Velará por el bienestar de todas las personas que pasen por el vestíbulo, promoviendo actividades como coser, construir mobiliario o crear un jardín, entre otras. También recogerá propuestas ciudadanas a través de una pizarra colectiva. Las niñas y los niños son bienvenidos, siempre acompañados de una persona adulta.

Además, el vestíbulo se ha equipado con libros y revistas seleccionados junto a la Biblioteca Municipal de Can Fabra, mesas y sillas para merendar o conversar, y elementos que fomentan el juego intergeneracional.

Con esta nueva filosofía de apertura, también se impulsan los Grupos de agitación: encuentros guiados por residentes de la Fábrica de Creación que parten de una práctica concreta para fomentar el conocimiento compartido y el tejido de relaciones. En definitiva, el objetivo es que el vestíbulo se convierta en un espacio vivo, donde las conversaciones informales y los encuentros fortuitos puedan dar lugar a nuevas formas de hacer y pensar la cultura.