La festividad del Corpus, una de las más antiguas del calendario festivo y tradicional de Barcelona, volverá a llenar la ciudad de flores y actividades culturales y recreativas. A partir del día 1 de junio, y con el día 8, jueves de Corpus, como fecha central, las ornamentaciones florales y el arte efímero ocuparán un año más un espacio destacado en la agenda de la ciudad. Este año la programación acentúa su dimensión cultural con un programa articulado en torno a los gremios y cofradías, implicados desde el origen en una fiesta que en Barcelona ya tiene más de 700 años (se empezó a celebrar en 1320) y que ha sido declarada fiesta patrimonial de interés nacional.

La fidelidad a sus rasgos tradicionales convive con la adaptación de la fiesta al momento presente. L’ou com balla, uno de los elementos más singulares del Corpus en Barcelona, se ha tenido que adaptar por el contexto de emergencia climática y el decreto de sequía. Las entidades han buscado diferentes soluciones para preservar la celebración de la fiesta. En los sitios donde no hay agua, el huevo permanecerá estático, integrado en la decoración floral del lugar. Sí que podrá bailar en las fuentes que funcionan con un circuito cerrado, siempre y cuando el agua se pueda utilizar para regar. En otros casos, el elemento que permitirá la danza no será el agua sino que los huevos se impulsarán con aire.

También en la línea de actualización de la fiesta sin perder su esencia, en el marco de la celebración del Corpus en Barcelona se ofrecerán charlas, exposiciones, itinerarios y otras actividades vinculadas a la huella de las cofradías y gremios en la ciudad. Entre las iniciativas destacadas, se ha creado una ruta que permite una visita autoguiada por lugares de referencia siguiendo las huellas históricas del mundo del asociacionismo profesional y también el aspecto asistencial de los gremios en la ciudad.

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