

Un nuevo ‘Mazùt’ vuelve al Lliure, una década después
La sala de Gràcia acoge una versión 2.0 de la obra que supuso un giro en la trayectoria de investigación de la compañía de circo Baro d'Evel.
Baro d’Evel es una compañía de circo franco-catalana creada en el año 2000 formada por seis artistas: Julien Cassier, Adrià Cordoncillo, Camille Decourtye, Mathieu Levavasseur, Nicolas Lourdelle y Blaï Mateu Trias, con sede en la antigua bodega cooperativa de L'Avereit de Comenge. El colectivo tiene como filosofía “ponerse en peligro a nivel artístico, buscar un arte total, entrecruzarnos”. Por eso mezclan el movimiento, la acrobacia, la voz, la música, la materia… Pero su particularidad es que incorporan a esta búsqueda la presencia de animales: “En nuestros espacios de representación, pensados como una especie de joyeros, los animales que hay en el escenario aportan un cierto brillo que afecta al espectador y le da otra percepción”.
No es la única singularidad de Baro d’Evel: “Nos gusta arriesgarnos con un texto preciso, preparado para improvisar a cada instante, pensar una dramaturgia como si fueran cajones, como poemas interiores que fabrican uno mayor. Es paradójico disponer por un lado de textos milimetrados y al mismo tiempo absolutamente libres”.
En 2012, Decourtye y Mateu Trias crearon Mazùt como espectáculo de sala. La pieza marcó su trayectoria posterior, ya que permitió a la compañía continuar con la descompartimentación de los lenguajes expresivos y fue el punto de partida de Bestias (2015) y del díptico Là, sur la falaise (2018). Ahora, el dúo que la ideó y encarnó por primera vez ha transferido su bagaje a Marlène Rostaing y Julien Cassier, acompañados por el perro Patchouka, que la representaran en el Teatre Lliure hasta el 16 de enero.
La obra explica cómo dos seres salen a buscar a su animal interior porque la humanidad les supera. El mundo va demasiado rápido y hay demasiados condicionantes; demasiadas cosas dichas. Ambos quieren reencontrar el instinto y sentir las primeras sensaciones previas a la existencia de “los hombres de pie” y “los hombres pensantes”, como los caballos, a cuatro patas. Todo lo que desean es sentir el primer aliento: el punto de partida de un ser que respira y observa el mundo, como cualquier otro animal.
Las entradas tienen un coste que oscila entre los 9 y 29 euros y se pueden comprar online en este enlace.