Triángulo veneciano con partitura de Verdi

Hasta 375 veces se ha interpretado la ópera Rigoletto en el escenario del Gran Teatre del Liceu, una cifra a la que habrá que sumar otras 15 representaciones antes de cerrar el 2021. Y es que estamos ante uno de los muchos títulos emblemáticos con música de Giuseppe Verdi, un melodrama en tres actos con libreto de Francesco Maria Piave creado a partir de la obra de teatro de Victor Hugo Le roi s’amuse. La producción que desde finales de noviembre y hasta el 19 de diciembre estará en el templo operístico barcelonés es una coproducción del Gran Teatre del Liceu y del Teatro Real, y ya pudo verse hace algunos años. La dirección escénica recae en la holandesa Monique Wagemakers, que ha apostado por una producción exuberante y minimalista, y en la que el vestuario y la escenografía con un color rojo claramente predominante, y que firman respectivamente Sandy Powell y Michael Levine, juegan un papel primordial.

Otro de los titulares destacados de la producción es el debut en Barcelona y a nivel estatal del tenor Benjamin Bernheim, en la piel del duque de Mantua. Se alternará en las funciones con Saimir Pirgu y Josep Bros. El personaje de Rigoletto estará encarnado por los barítonos Christopher Maltman y Markus Brück, mientras que Gilda la interpretarán las sopranos Olga Peretyatko y Aigul Khismantullina. Dirigirá la Orquestra Simfònica i Cor del Gran Teatre del Liceu Daniele Callegari, director musical de la Ópera de Niza.

En Rigoletto se pone sobre la mesa la cuestión del poder, y sobre todo su abuso. La relación entre los tres personajes principales, Rigoletto, Gilda y el duque de Mantua, se presenta como un triángulo de aristas afiladas: el Duque es un sátiro libertino que no ama a Gilda, como en realidad Rigoletto tampoco ama a su hija, a la que mantiene bajo una opresión disfrazada de protección. Solo Gilda mantiene el idealismo y el amor, pero acaba siendo la víctima inocente de la ira de su padre.

Más información y entradas en este enlace.