Volver

Abeja seducida

La seducción vegetal

Un recorrido autoguiado para descubrir la relación de las plantas del Jardín Botánico de Barcelona con los insectos polinizadores.

Los almendros en flor marcan el disparo de salida del despertar vegetal. Si bien estos árboles florecen aún en pleno invierno, cuando la mayoría de plantas aún no han reanudado su crecimiento, son de las primeras especies de nuestras latitudes que lo hacen de una manera muy vistosa. Después, otras plantas se sumarán progresivamente al proceso de floración hasta producirse el auge primaveral, en que la naturaleza se tiñe de todos los colores. En este despertar la fauna también se reactiva y si alguna se beneficia de las flores, esta es la de los insectos polinizadores. Para descubrir el estrecho vínculo entre las plantas y los insectos, el Jardín Botánico de Barcelona os propone hacer una visita autoguiada por su espacio con los materiales de De flor en flor. La seducción vegetal.

La propuesta se enmarca en la exposición Más que abejas, la cual destaca la importancia de los animales polinizadores en el funcionamiento de los ecosistemas y los beneficios que representan para las otras especies, incluida la humana. Gracias a los polinizadores (principalmente insectos), las plantas de una misma especie pueden intercambiar polen y reproducirse. Las flores son los elementos reproductores de las plantas. Insectos como las abejas son atraídos por estas estructuras, en las que encuentran néctar, una poderosa fuente de alimento. Mientras se aprovechan del néctar, sin darse cuenta, se cubren de polen que luego transportarán hasta otra flor. Así, los insectos acercan el polen que producen los estambres de una flor (los órganos reproductores masculinos) al pistilo de otra (el órgano femenino) y se produce la fecundación.

De este proceso depende buena parte de las plantas que cubren la superficie terrestre (y muchas de las que nos alimentamos y beneficiamos las personas). Todo esto viene de lejos, ya que la relación de los polinizadores con las plantas es el resultado de un largo proceso evolutivo en el que ambos actores han ido estableciendo relaciones cada vez más estrechas y sofisticadas. Además, a lo largo de la evolución las plantas han desarrollado un montón de estrategias para conseguir atraer la atención de sus polinizadores: formas, colores, fragancias, engaños, imitaciones... En definitiva, un auténtico plan para seducirlos. Descubridlo con la visita autoguiada y dejaros seducir, también.

Más información en este enlace.

Fecha de publicación: Jueves, 18 marzo 2021
  • Comparte