Acerca de Genís Barnosell

Profesor de Historia Contemporánea. Universitat de Girona

¿Qué “Modelo Barcelona”?

Barcelona supermodeloBarcelona supermodelo. La complejidad de una transformación social y urbana (1979-2011)

Autor: Alessandro Scarnato

Editan: Editorial Comanegra y Ayuntamiento de Barcelona

Barcelona, 2016

La expresión “Modelo Barcelona” tiene a estas alturas significados diversos, no solo porque los elementos que lo integran han evolucionado con los años, sino porque lo que se discute son sus elementos constitutivos.

Si para algunos define un urbanismo redistributivo y participativo, nacido en las luchas de la Transición y desvirtuado por los Juegos Olímpicos, para Alessandro Scarnato sería un programa de transformación urbana de inspiración socialdemócrata (nunca llevado a la práctica en su totalidad), con participación de capital público y privado, en que los arquitectos asumían un compromiso intelectual y cívico que quería tanto recuperar el atraso en infraestructuras y servicios como construir una ciudad al servicio de los ciudadanos, y ello con el turismo como motor económico imprescindible.

Un proyecto así no rechazaría el fenómeno archistar –el arquitecto famoso en extremo o “estrella”–, sino que haría de este un factor importante de la proyección internacional de la ciudad, una suerte de “ciudad estado”. Los Juegos Olímpicos no serían una desvirtuación del proyecto, sino la oportunidad de llevarlo a cabo, ya que en los años anteriores se habían definido sus bases teóricas y su marco legal pero eran pocas las acciones terminadas, y la ciudad antigua –objeto esencial del estudio– seguía siendo un barrio pobre y marginal.

Contundente en su definición y defensa del modelo, Scarnato se muestra más ambivalente en el análisis de su crisis, o, en todo caso, ofrece de ella una perspectiva compleja, alejada del tipo de críticas que culminan en el grito prácticamente xenófobo de “la Rambla para los barceloneses”. Da por bueno el eslogan del paso de un “modelo” a una “marca” (y con él, la perspectiva que supone que disponer de una marca es negativo), pero disculpa la actuación (sobre todo la inicial) de Procivesa, que para los críticos ya era especulativa. Ataca la banalización, pero da de ella una definición muy concreta, centrada en la ruptura del equilibrio entre contemporaneidad y herencia histórica. Y, en último término, sitúa la muerte del modelo en la dificultad de asumir, en un plazo breve, los inconvenientes de vivir en el éxito y sus consecuencias no deseadas (como el mobbing, la corrupción o el acaparamiento de la ciudad por parte del capital internacional), y el punto de inflexión en 2004.

El libro concluye con la afirmación rotunda de que en treinta años Ciutat Vella ha mejorado, y con un guiño a la corporación municipal actual, pese a que las definiciones respectivas del “Modelo Barcelona” parecen bastante distintas. El reto: superar el colapso de la capacidad regenerativa de un modelo periclitado. Las recetas, demasiado vagas y sin preguntarse qué debe producir Barcelona: rehuir los escenarios de consumo estandarizado, dar la dirección a la política, más vivienda pública, reducir los vehículos privados, recuperar el sentido cívico de los arquitectos.

Reivindicación política del barrio

 

Barris, veïns i democràcia. El moviment ciutadà i la reconstrucció de Barcelona (1968-1986)

Autor: Marc Andreu

Els Llibres de L’Avenç

Barcelona, 2015

512 páginas

Les ciutats invisibles. Viatge a la Catalunya metropolitana

Autor: Marc Andreu

Els Llibres de L’Avenç

Barcelona, 2016

200 páginas

Dos libros recientes del periodista e historiador Marc Andreu, publicados por Els Llibres de L’Avenç, nos acercan a la realidad de las ciudades catalanas de la segunda mitad del siglo xx e inicios del siglo xxi.

Uno es Barris, veïns i democràcia. El moviment ciutadà i la reconstrucció de Barcelona (1968-1986). Resultado de la tesis del autor, constituye un análisis detallado del “movimiento ciudadano forjado en los barrios durante la dictadura”, que fue “uno de los componentes destacados de la lucha antifranquista que hizo posible la transición a la democracia y la defensa de los intereses de las clases subalternas en el proceso de cambio político e institucional”.

El otro, Les ciutats invisibles. Viatge a la Catalunya metropolitana, reúne los artículos que el autor publicó en L’Avenç entre el otoño de 2014 y el otoño de 2015 bajo el lema de la obra de Italo Calvino Las ciudades invisibles. Como el gran Khan, que desconocía sus ciudades, el libro de Marc Andreu se dirige a los catalanes que desconocen la realidad de las suyas, porque “ciudades invisibles lo son también muchos de los barrios o lugares metropolitanos de la Cataluña de hoy donde viven miles y miles de personas” a las que los “medios de comunicación […] dedican poca atención” (Les ciutats…, p. 187).

El punto común de los dos libros es el barrio, entendido como la parte de la ciudad directamente vivida por los ciudadanos: el lugar de residencia, de acceso a los servicios básicos, de sociabilidad inmediata. Como escribe Jordi Évole en el prólogo de Les ciutats invisibles, “allí estaba mi escuela, mi campo de fútbol improvisado […], mi abuelo, mi abuela, mis yonquis, mis vecinas, mi plaza, mis amigos… Allí estaba todo” (Les ciutats, p. 12).

En Barris, veïns i democràcia los protagonistas son los vecinos de los barrios de Barcelona que supieron organizarse durante la transición a la democracia en un potente movimiento que exigió una política urbanística al servicio de los ciudadanos y no al servicio de la especulación. Y al mismo tiempo que exigían una gestión democrática de la ciudad y alcanzaban éxitos muy tangibles en el ámbito del urbanismo, fueron inspiración para el conjunto de España y condicionaron la propia dinámica de la Transición. El Estado respondió a la presión de las asociaciones de vecinos con concesiones, pero también eliminándolas de la Constitución, con la represión apoyada en la violencia ultra, o atrasando las elecciones municipales, todo por miedo a sus “propuestas de democracia directa”, opinión en la que coincidieron PSOE y UCD (p. 387).

No debía resultar extraño, por tanto, que desde 1979 el ayuntamiento barcelonés de hegemonía socialista (primero con el apoyo del PSUC y después de ICV) se opusiera a la participación efectiva de los vecinos en los plenos municipales y renunciase a la transformación profunda de la estructura social de la ciudad, a la vez que, en opinión del autor, el posterior proyecto olímpico transformaba el “modelo Barcelona” de urbanismo redistributivo y relativamente participativo en “simple marca Barcelona” (p. 434).

El análisis de estos tiempos recientes enlaza con el segundo libro que comentamos, muy diferente del primero en la forma, pero no tanto en el fondo. Efectivamente, Les ciutats invisibles es una narración del viaje del autor por los barrios metropolitanos de Cataluña que sirve para explicar una realidad demasiado alejada de las agendas políticas gobernantes y de los medios de comunicación. El viaje, sin embargo, no es una narración literaria, sino que bajo esta apariencia hay preguntas pertinentes y preocupación teórica: las condiciones de vida, la composición social y étnica de los barrios, las lenguas usadas, los sentimientos identitarios, la capacidad (poca o mucha) de movilización social, la contraposición entre algunos macroproyectos de ciudad y la vida cotidiana de los barrios.

Y es que los dos libros forman parte, en definitiva, de un mismo proyecto académico y político: devolver a la historia y al presente la existencia de unas realidades demasiado invisibles que son, de hecho, las realidades de los “sectores populares” catalanes (p. 83), de los que sería necesaria, según expresión de Xavier Domènech citada por el autor, una “fotografía más real”.

No hay duda de que ambos libros contribuyen a elaborar esta fotografía, y del mismo modo que Barris, veïns i democràcia tendría que pasar a ser una referencia básica de la historia de los movimientos sociales en Cataluña, Les ciutats invisibles debería contribuir, como quiere su autor, a hacer renacer la “crónica social y urbana” como género periodístico (El País, 2/6/2016). A la vez, puesto que los dos libros forman parte de un mismo proyecto académico y político, dibujado desde una sensibilidad política muy precisa, tienen una misma debilidad, que es la tendencia a la idealización de los barrios (a no preocuparse por la representatividad real de la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona –FAVB–, y de sus asociaciones miembros, a considerarlos más “reales” que otras realidades igualmente existentes –“en el barrio es donde están las mejores historias”, dice Évole) o a su descontextualización de la economía global.

Y es que, de forma muy matizada en un libro (el modelo académico obliga) y de forma más clara en el otro, lo que se nos propone es una verdadera construcción discursiva del barrio que es profundamente política, es decir, una manera concreta de entender qué son los barrios metropolitanos que coincide con la apuesta partidista del autor: por la propia selección de los barrios (de los diez municipios más pobres del área metropolitana de Barcelona, el autor escoge siete, esquivando Sant Vicenç dels Horts, y ninguno de los diecinueve más “ricos”), por su desconfianza ante las iniciativas económicas de alcance internacional, por su contraposición entre el derecho a decidir y el derecho a existir (matizado en el autor, contundente en el prólogo de Évole), por la falta de alternativas económicas claras en el modelo que se rechaza.

Pero tiene razón el autor cuando afirma que “las ciudades invisibles y lo que palpita dentro de ellas” se hacen notar “cada vez más” (p. 187) –aunque eso no tenga ni mucho menos una única traducción política, ni tampoco una única base social, como demuestra el hecho de que muchas de las iniciativas solidarias que emergen lo hagan en barrios de clase media. Y es que, como escribía Toni Soler en el diario Ara (25/5/2015), en Cataluña, efectivamente, hay más de un “proceso”. Cada uno con sus mitos y sus idealizaciones, contrapuestos a los de España (o a los del liberalismo), y con alianzas que escapan a la lógica académica.