La atención a los niños y los jóvenes, prioridad del Plan de Salud Mental

Foto: Arianna Giménez

Foto: Arianna Giménez

Barcelona pone énfasis en la atención a los niños, los adolescentes y los jóvenes en su Plan de Salud Mental, como grupos de población más vulnerables al sufrimiento y a los trastornos psicológicos. Es la única ciudad de España y una de las pocas de Europa con un proyecto de este tipo. En su primer año de vida se han puesto en marcha más del 80 % de las medidas previstas, centradas especialmente en la prevención y el diagnóstico precoz.

En casa nadie entendía qué pasaba. Siempre había sido una niña sociable, con amigos, y que sacaba muy buenas notas. Y sin embargo un día empezó a decir que no quería ir a la escuela. Que no se gustaba. Que no había pasado nada, pero que no quería salir a la calle. Tampoco quería saber nada de sus amigas. Y ante la idea de ir a clase, vomitaba y temblaba y sentía verdadera angustia. Tenía entonces catorce años.

Sus padres no sabían qué hacer y, desesperados, buscaron ayuda en el Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) del barrio. “La niña empezó a sufrir ansiedad y mucho estrés, sin ningún desencadenante claro. Parece que no llegaba a los estudios como ella quería y se bloqueó”, recuerda Luis Miguel Martín, psicólogo responsable de los CSMIJ de Ciutat Vella y Sant Martí, que la atendió.

Foto: Arianna Giménez

Una niña espera su turno en el Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) del Hospital del Mar.
Foto: Arianna Giménez

Seguramente llevaba mucho tiempo sufriendo antes de que sus padres empezaran a sospechar nada. Es bastante habitual que los niños callen cuando se sienten mal. Lo hacen por miedo, por vergüenza, porque no saben si están enfermos, porque no entienden qué les pasa, porque no tienen lenguaje para expresarse y somatizan su sufrimiento.

“Lo que hicimos fue darle herramientas para salir adelante –afirma Martín–. De la misma manera que para correr un maratón antes hay que entrenarse y ganar músculo, para afrontar determinadas situaciones en la vida tienes que entrenarte cada día. Así que le pusimos un plan diario, incluso con la hora a la que tenía que levantarse, porque había invertido horarios y dormía de día y estaba en vela de noche, con pequeñas tareas sencillas y la obligación de estudiar las asignaturas que le gustaban más. También le dimos medicación para reducir la angustia y los síntomas físicos. Ahora aquella niña estudia bachillerato y hace poco vino para hacernos una entrevista para el proyecto de final de grado que prepara sobre salud mental. Está recuperada”.

Como esta chica, entre el 10 % y el 20 % de los niños y adolescentes sufren un trastorno mental, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de Barcelona, solo en el año 2014 se atendieron 10.517 menores por sufrimiento psicológico. Y esta cifra ha ido en aumento en los últimos años, como corrobora el hecho de que, por ejemplo, en 2016 los CSMIJ de la ciudad visitaron a más de 12.300 personas.

Foto: Arianna Giménez

El doctor Luis Miguel Martín, director de la línea de primaria y programas especiales del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones (INAD), atendiendo a un joven usuario del Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) del Hospital del Mar.
Foto: Arianna Giménez

“La mitad de las enfermedades mentales empiezan antes de los dieciocho años. Muchas tienen una base genética, que no es determinante para sufrir una enfermedad, aunque sí que es importante para que la persona la desarrolle. Los factores ambientales influyen, y mucho. De ahí la enorme importancia de la prevención”, señala Víctor Pérez, director del servicio de psiquiatría del Hospital del Mar y coordinador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) de la red biomédica CIBER, un consorcio formado por veinticinco grupos de investigación de ocho comunidades autónomas, que tiene su sede en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

Precisamente la prevención del sufrimiento y de los trastornos mentales en la población infantil y juvenil, y también la adulta, es el principal objetivo del ambicioso Plan de Salud Mental que el consistorio presentó hace un año. Es pionero en Cataluña y en España, y uno de los pocos que existen en Europa. Estará vigente durante los próximos seis años y consta de ciento once acciones a corto y medio plazo dirigidas

a mejorar el bienestar psicológico de los barceloneses. Solo en el primer año de vida, con un presupuesto de más de cincuenta millones de euros, ya se han puesto en marcha con éxito el 82 % de las medidas proyectadas.

“Cuando entramos en el Ayuntamiento, en el informe que la Agencia de Salud Pública había elaborado con diferentes indicadores sobre la salud de los barceloneses, vimos que la salud mental suspendía. El 12 % de los ciudadanos padece un trastorno de salud mental, desde sufrimiento psicológico hasta trastorno grave. Era una cifra importante y teníamos que actuar”, afirma Gemma Tarafa, comisionada de Salud del consistorio.

Plan transversal con medidas sociales

Así pues, se constituyó una mesa de salud mental en la que estaban representados, entre otros, la Agencia de Salud Pública de Barcelona, los grupos políticos municipales, portavoces de las entidades sociales que trabajan en el ámbito de la salud mental y familias y personas afectadas. Durante siete meses trabajaron conjuntamente para elaborar la propuesta. “Consideramos que se requería una mirada transversal, no tan solo médica y sanitaria, entendiendo que determinados factores como, por ejemplo, la pobreza, la vivienda o el paro también influyen en la salud mental de las personas”, destaca Tarafa.

Por esta razón el plan prevé medidas como evitar desahucios y ofrecer pisos de alquiler social a familias en situaciones de riesgo, mejorar la inserción laboral de colectivos con situaciones socioeconómicas complejas o luchar contra la pobreza energética.

Foto: Arianna Giménez

Los niños, los adolescentes y los jóvenes son los grupos más vulnerables al sufrimiento psicológico.
Foto: Arianna Giménez

Y pone especial énfasis en los niños, adolescentes y jóvenes, el grupo de población más vulnerable. “Desde hace dos años tenemos datos específicos en el informe de salud sobre el colectivo de menores y observamos que se había producido un incremento de las cifras de sufrimiento psicológico entre el 2012 y 2016. Esto no significa que los menores tengan más trastornos mentales o enfermedades, sino que las condiciones en que viven les hacen sufrir más”, reconoce Pilar Solanes, directora del programa de salud del Ayuntamiento. En este sentido, el informe revela que en los distritos en peor situación socioeconómica los niños tienen un nivel más elevado de sufrimiento que en áreas de la ciudad con menos pobreza.

Del sufrimiento a la enfermedad

Los niños son los más vulnerables emocionalmente, porque, como explica Martín, responsable de los CSMIJ de Ciutat Vella y Sant Martí, les faltan recursos para afrontar y adaptarse a las situaciones difíciles que les rodean y tampoco tienen aún la madurez psicológica necesaria para elaborar las vivencias traumáticas vividas, como los desahucios de los padres, la violencia machista, la migración, la situación de paro en casa o las enfermedades.

“También hay que tener en cuenta los maltratos, los abusos de todo tipo, les vejaciones, que son mucho más frecuentes en los niños de lo que nos pensamos”, puntualiza Víctor Pérez, que es también patrón de la Fundación Enfermos Mentales de Cataluña.

El sufrimiento se traduce en niños que no duermen, nerviosos, que se dedican a molestar a todo el mundo o que están tristes; que sufren trastornos somáticos y a veces crónicos como dolores o enfermedades intestinales, o incluso trastornos de conducta severos, como agresiones a los padres o a otros menores. Si este sufrimiento mental se cronifica, puede llegar a desembocar en enfermedad mental,como una depresión.

“Hay que proteger a los niños y a los adolescentes”, asevera Martín, que explica que en los CSMIJ cada vez atienden a más chicos y chicas con conductas autolesivas. “Intentan calmar el dolor o el desasosiego que sienten autolesionándose, como, por ejemplo, haciéndose cortes. No es que quieran suicidarse ni hacerse daño, sino que no saben gestionar reacciones o emociones adversas, carecen de una educación emocional, y de forma impulsiva adoptan estas conductas”, afirma el psicólogo.

Período de construcción de la personalidad

El Plan de Salud Mental establece una serie de medidas dirigidas a alfabetizar a la población en las emociones y a detectar precozmente el malestar psicológico o problemas mentales que puedan tener los niños, adolescentes y jóvenes, siempre desde la óptica de la prevención.

Foto: Arianna Giménez

Sesión del programa de educación emocional que se imparte con carácter de prueba piloto en la escuela Nou Patufet de Gràcia.
Foto: Arianna Giménez

En este sentido, por ejemplo, se ha puesto en marcha una experiencia piloto en diversas escuelas de la ciudad con el objetivo de valorar su eficacia antes de extenderla al resto de centros. Consiste en un programa para educar en las emociones a niños y niñas de entre tres y seis años, “que es cuando se construye la personalidad y más podemos incidir desde un punto de vista preventivo”, apunta Solanes, quien considera que “esta franja de edad es un período crítico para poner las bases de una buena salud mental”.

“Se trata de darles recursos y habilidades de carácter emocional para poder actuar ante emociones como la rabia o la frustración, por ejemplo”, señala Tarafa. El plan también contempla la formación de profesorado, monitores de ocio, monitores de comedor y actividades extraescolares para que incorporen las emociones en su manera de trabajar. Asimismo, se plantean talleres con las familias para trabajar estas habilidades. Además, en los barrios con peores indicadores de salud mental infantil y adolescente, está previsto dotar a las escuelas de profesionales, como educadores sociales, que apoyen a los profesores, así como a los niños con dificultades.

Otra medida contemplada en el plan, en este caso dirigida a los adolescentes, son los espacios de consulta joven que estarán ubicados, en 2019, en los diez distritos de la ciudad. Se trata de espacios físicos a los que podrán acudirlos jóvenes y adolescentes para exponer sus dudas o sufrimientos a los psicólogos, psiquiatras y educadores sociales que, en caso de considerarlo necesario, les derivarán a centros médicos. Ya hay una experiencia exitosa en marcha en el barrio de la Marina, conocida popularmente como Zona Franca.

“Es muy importante la prevención en los adolescentes para evitar cronificaciones. Es un momento del neurodesarrollo muy importante y crítico para evitar posteriores complicaciones. Hay que atender a los chavales con un servicio de inmediatez y proximidad, para intentar evitar que su sufrimiento derive en un trastorno mental o un desorden emocional importante”, alerta Martín.

Promover la inserción laboral de los jóvenes

Según el informe de salud de Barcelona, uno de los factores que más impacto tienen en el bienestar psicológico de los jóvenes es el paro, sobre todo el de larga duración. Por tal motivo el plan incluye medidas para reforzar la inserción laboral de los jóvenes, empezando por aquellos que viven en los distritos más desfavorecidos. También se prioriza la inserción de los jóvenes que sufren un trastorno mental diagnosticado, como esquizofrenia o depresión.

En última instancia se trata de desplazar la diana de los esfuerzos desde el tratamiento hacia la prevención de la enfermedad mental. “Es una revolución que tenemos que llevar a cabo como sociedad. Debemos aprender a identificar qué nos pasa y a gestionar las emociones, las positivas y las negativas (la frustración, el rechazo, la ira); hemos de saber escucharnos y escuchar a los demás admitiendo que pueden tener razón”, señala Tarafa.

“Se trata de identificar un malestar, conocer sus síntomas y atribuirlo a un problema emocional para integrarlo en la vida y no vivirlo como algo extraño”, añade Martín. Y afirma que solo así podremos cambiar el panorama de la salud mental.

Cristina Sáez

Periodista especializada en ciència

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *