La colocación del pendón. El acto más simbólico de las fiestas de Santa Eulàlia es la colocación del pendón -bandera histórica de la ciudad- en la balconada principal de la Casa de la Ciudad, que tiene lugar el 12 de febrero a las diez menos cuarto de la mañana y se queda durante toda la festividad. El alcalde es el encargado de colocar el pendón mientras suena el himno de Els Segadors. Acto seguido, empieza una jornada de puertas abiertas para que los ciudadanos puedan visitar el Ayuntamiento.

El séquito de Santa Eulàlia. El séquito de Santa Eulàlia es un gran pasacalle que tiene su origen en 1983 y cuenta con la participación de gran parte de la imaginería festiva barcelonesa: gigantes, gigantones, enanos, cabezudos y el bestiario histórico de la ciudad, encabezados por la gigantona Laia, protagonista de la fiesta. El desfile tiene lugar el domingo de la fiesta, a las once de la mañana, y recorre plazas y calles del barrio Gòtic. Se acaba en la plaza de Sant Jaume con bailes protocolarios que cierran la fiesta por este orden: baile de la Gigantona Laia, baile del Àliga de la Ciudad, baile de los Gigantes de la Ciudad y, finalmente, el baile de Santa Eulàlia, interpretado por los Gigantes nuevos de la plaza Nova.

La procesión de las Laies. La procesión de las Laies, uno de los actos más antiguos de la celebración actual, consiste en un pasacalle encabezado por las gigantas de Ciutat Vella, que aquel día son rebautizadas con el nombre de Laia. El acto se organiza el día de Santa Eulàlia a las siete de la noche en la plaza de Sant Josep Oriol, desde donde las figuras inician el recorrido por plazas y calles del casco antiguo, encabezadas por las Laies de la plaza Nova y del Pi y, desde que nació, por la gigantona Laia.

Los protocolos y bailes del Àliga de la Ciudad. Después de pasar por modelos diferentes, actualmente el acto consiste en un desfile cívico que parte de la plaza de Sant Jaume y se acaba en la basílica de Santa Maria del Mar. Participa el Àliga de Barcelona -escoltada por el Lleó de Barcelona y los Gigantes de Santa Maria del Mar-, precedida de una réplica del pendón de Santa Eulàlia y con el acompañamiento musical de una formación tradicional de ministrers. Cuando llegan a la plaza de Santa Maria, el Lleó y los gigantes hacen los respectivos bailes. Después, la comitiva entra en Santa Maria del Mar y el acto se acaba con el baile tradicional del Àliga de Barcelona delante del altar de la basílica.

La festividad castellera. Dentro de las fiestas de Santa Eulàlia, las colles castelleres barcelonesas son protagonistas de la festividad que se celebra el domingo. Las colles castelleres se concentran en la plaza Nova para hacer un pasacalle hasta la plaza de Sant Jaume, donde se lleva a cabo la jornada de castillos humanos. A mediados de camino, delante de la puerta de Santa Eulàlia de la Catedral, algunas colles levantan pilares de honor. Después, continúan hacia la plaza de Sant Jaume, donde entran caminando con pilares cargados.

El correfoc. El correfoc es uno de los actos más esperados y empieza en La Rambla con un desfile de grupos de percusión de todas las colles participantes que llega hasta la plaza de Sant Jaume. Desde allí, parte el correfoc de los pequeños que recorre calles del barrio Gòtic y se acaba en el Pla de la Seu. El final del espectáculo infantil da paso al inicio del correfoc de Santa Eulàlia, que cuenta con la participación de las colles de diables y bestiario de fuego de Ciutat Vella y de algún grupo invitado, y acostumbra a ser la clausura de la fiesta.

El baile de sardanas. La sardana es un baile muy presente en la fiesta de invierno de Barcelona. El día 12 de febrero se organiza un baile de sardanas en la plaza de Sant Jaume a cargo de la Cobla Ciutat de Barcelona, que acaba con la interpretación del baile de Santa Eulàlia, coincidiendo con la llegada de la procesión de las Laies. También durante los días de celebración se hacen más bailes en los espacios de la fiesta, organizados por las entidades sardanistas de la ciudad.