Los vecinos de Can Baró afirman que los primeros mosquitos tigre de Barcelona fueron vistos en su barrio. De aquí viene que, a la hora de escoger una bestia festiva para los Diables les Fures de Can Baró, la colla se decantara por esta especie de mosquito, especialmente grande y famosa por sus picaduras. El año 2012 encargaron la bestia al artesano Eloi Martín y no fue estrenada hasta dos años más tarde: para la Fiesta Mayor del barrio del 2014.

La pieza del mosquito, muy espectacular, tiene treinta y tres puntos de fuego repartidos por las patas, las alas, la cabeza y el cuerpo. El Mosquit Tigre tiene la singularidad de poder encender los ojos, y su acto más representativo es la Mosquitada de Can Baró.