No lo tuvieron fácil. Porque el suyo es un espectáculo que busca el detalle, la sutileza, que está hecho con mucho mimo y requiere ser contemplado con mucha atención. Pero, a pesar de que no lo tenían fácil porque empezaron cuando el pasacalle de fiesta mayor acabó su fanfarria, fueron capaces de conquistara  los espectadores que, de pie, siguieron con atención cómo era el baile de Brigitte y las razones por las que era el último.

La compañía Zero en Conducta presentó el viernes en uno de los escenarios al aire libre de las fiestas del barrio y dentro de la programación del Centre Cívic Besòs, La dernière danse de Brigitte, un espectáculo donde demuestran su increíble capacidad para mover un títere, sea grande o pequeño, ya esté sentado o pueda volar. Y para hacerlo además, mientras ellos mismos bailan.

Zero en Conducta consiguió seducir a grandes y a pequeños y transportarlos hacia su mundo hecho de sueños. Y como regalo tras la gran ovación con que los espectadores premiaron su entrega, les reglaron un bis muy especial: Brigitte revivió para volver a bailar, a cantar y a pinchar jazz.