Esta semana estamos de suerte, porque se estrenan en nuestro circuito un espectáculo avalado por muchos premios y más aplausos: Fairfly, de La Calórica, una compañía con una década de vida que este año también es invitada especial del Teatro Libre; y otro, Kabarete, en el que reunimos a un grupo de activistas del circo: sí Kabarete, con k de okupación.

Fairfly, que ha acumulado premios desde que se estrenó el 2017 en el Tantarantana (su palmarés incluye los galardones de mejor espectáculo de pequeño formato tanto de los Premios de la Crítica como de los Butaca y dos premios Max: el de texto y el de espectáculo revelación) habla de nuestra sociedad desde el humor y disecciona cómo afrontamos situaciones tan estresantes como un Expediente de Regulación: sumando fuerzas con los compañeros o defendiendo solo nuestros intereses. Este es el dilema al que se enfrenta un grupo de trabajadores que acaban de ser despedidos y que buscan nuevas perspectivas laborales que les permitan llevar un plato a la mesa.

"Para nosotros hacer teatro es una forma de compromiso con el colectivo, una forma de levantar la cabeza  sobre lo que nos pasa como individuos y fijarnos en lo que nos pasa como sociedad. Muy a menudo para comprobar que lo que confundíamos con un problema individual es en realidad un mal que afecta a muchos y que solo entre todos podemos intentar resolver", nos ha explicado (en una entrevista que encontráis en nuestro web) Joan Yago, autor de Fairfly y uno de los fundadores de La Calórica que en esta década ha estrenado piezas como Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I (2010), L'Editto Bulgaro (2012), La nau dels bojos (2013), Bluf (2014), Sobre el fenomen de les feines de merda (2015), El profeta (2016) y Els ocells (2019).

La Associació de Circ Kabarete está impulsada por una terna de artistas: Raquel Cros, Xavier Cervera i Antònia Ruiz. El resto de artistas que participan en cada una de las funciones de Kabarete va cambiando y, muchas veces, la función sirve tanto para dar a conocer nuevos talentos (de la acrobacia, el circo, los malabares o la música, porque en Kabarete cabe todo) como para ofrecer la oportunidad a artistas experimentados de probar ante los espectadores algunos números que tienen que integrar su nuevo espectáculo.