Un camino que arrancó en las plazas y en las calles y que los conduce hacia los teatros. Un camino que transitan desde hace años, porque ya hace unos cuantos que estrenaron Per un instant, el espectáculo que les abrió las puertas de las plateas y los puso en contacto con un mundo que hasta entonces no conocían. Y La tresca y la verdesca se buscaron unos aliados excepcionales para no dar ningún paso en falso, los Xirriquiteula. Juntos dieron forma a un espectáculo que recoge algunas de las canciones con las que más identificados se han sentido.

-?¿Por qué un espectáculo con el que recorrer vuestros años en los escenarios?
Per un instant se estrenó 2011 y nació de las ganas de cantar nuestras canciones dentro de un teatro, con el público sentado en platea. Después de 13 años cantante por plazas y calles teníamos ganas de que las familias disfrutaran de nuestra música de una manera diferente, noparticipando tan activamente sino más como espectadores. Y hacerlo dentro de un teatro con todo el que esto comporta.

- ¿Cómo han sido vuestras dos décadas en los escenarios?  ¿Cuál  ha sido vuestra evolución y cuál la evolución del público? ¿Han cambiado mucho los niños y la manera en que os tenéis que comunicar con ellos?
Han sido dos décadas de mucho esfuerzo, de muchas alegrías y de muchos aprendizajes. Esfuerzo, por lo qué supone sacar adelante una empresa, del sector cultural, superando una crisis económica importante. De muchas alegrías, por las relaciones que hemos tejido y por la satisfacción de dedicarnos a aquello que nos gusta. Y de muchos aprendizajes, por el crecimiento profesional y humano que nos ha supuesto, en el ámbito de grupo pero también personal. Creemos que no hemos dejado nunca de trabajar con la intención de dar lo mejor de nosotros y ser fieles a nuestras inquietudes artísticas y a nuestra intuición. Si no hubiéramos evolucionado en esta dirección, seguramente no habríamos llegado hasta aquí. Creemos que el público no ha cambiado demasiado. Seguimos trabajando para familias, escuelas, asociaciones, movimientos de ocio... Quizás sí que hemos notado que una parte del público va ganando en conciencia. Hay familias que cada vez hilan más fino a la hora de decidir qué espectáculos quieren ofrecer a sus hijos e hijas. Los niños y niñas son muy parecidos a los de hace 20 años. Nuestra manera de comunicarnos con ellos sigue siendo a través de la música y del contenido de nuestras canciones. Nuestra evolución es un viaje que nace en las plazas y calles y va  hacia los teatros, a pesar de que no hemos dejado nunca de trabajar en la calle. Empezamos utilizando la música como un medio para dinamizar al público, pero esta música ha ido convirtiiéndose cada vez más en la finalidad, en el centro de nuestros espectáculos. Pero nos gusta pensar que esta música continúa generando algo en el público. En cuanto a la comunicación con los adultos, las redes socialesson una herramienta de relación que valoramos positivamente y que ayuda a contactarnos y a darnos a conocer más allá del escenario.

-¿Por qué esta colaboración con los Xirriquiteula?, ¿qué es el que os gusta de esta compañía?
Para dar el paso de la calle a los teatros vimos necesario dejarnos ayudar por alguien que ya conociera unos lenguajes muy poco explorados por La tresca hasta aquel momento: dirección artística, iluminación, escenografía, vestuario... Xirriquiteula era una compañía que teníamos cerca. Años antes de hacer este espectáculo ya les encargamos la confección de nuestros trajes de abeja. Nos gustábamos y tuvimos ganas de hacer algo juntos. De los Xirriquiteula nos gustan sus espectáculos, la belleza de su propuesta artística, sus ideas, su autenticidad, las personas que la formen...

-Os atrae mucho colaborar con otros artistas: el pasado circuito pudimos disfrutar de vuestro trabajo con Teatre al detall en L'Endrapasomnis?
Hemos pasado por diferentes etapas. Los primeros 10 años fueron de pocas colaboraciones, de trabajar sobre todo de cara en el grupo. En cambio, los últimos 10 han estado de apertura y colaboraciones. Desde Per un instant a La nena dels pardals pasando por L'Endrapasomnis. No ha sido premeditado. Ha sucedido así y nos hemos sentido a gusto. Todas estas colaboraciones han dado unos frutos que han superado nuestras expectativas. El crecimiento del grupo va ligado a esta apertura y a estas ganas de compartir y de mezclarnos.

-¿Cómo habéis seleccionado el material que presentáis en Per un instant? y ¿cómo habéis trabajado con los Xirriquiteula la puesta en escena?
Las canciones de Per un instant son las que, en el momento de darle contenido al espectáculo, más nos definían, teníamos ganas de cantar o creíamos que mejor podrían funcionar en un formato que hasta entonces habíamos explorado muy pocas veces, el de concierto. Canciones que a menudo no cantábamos en directo porque no encajaban en el formato de un espectáculo de animación en la calle. Xirriquiteula firma la dirección, la iluminación, la escenografía, el vestuario. Nosotros hacemos de nosotros y estamos los tres en el escenario. Bien es verdad que es un concierto bastante autobiográfico, que habla de La tresca pero envuelto de la poesía y de la belleza a la que  Xirriquiteula nos tiene acostumbrados.

- ¿Donde os veis de aquí a 20 años, en el 2040?
Uff! 20 años más! No tenemos ni idea ni nos atrevemos a predecirlo. Somos de ir partido a partido. Si tenemos que llegar, ya llegaremos!