El manifiesto fundacional del Observatorio pone en primer lugar la defensa, libertad y seguridad de los peatones, como condición imprescindible para alcanzar la convivencia segura en la ciudad entre los diferentes usos y medios de movilidad.

Teniendo en cuenta que la moto representa el 30 % de los desplazamientos en vehículo privado y el 6,2 % del total, las propuestas y recomendaciones pivotarán esencialmente sobre tres ejes: la reducción de la siniestralidad vial de las motos, mejorar la ordenación del estacionamiento, y la transición energética y descarbonización de los vehículos de dos ruedas de motor.

Más espacio en las aceras, más seguridad para los motoristas

Uno de los objetivos es doblar el número de zonas adelantadas para motos en la red básica de L’Eixample y liberar las aceras con 20.000 nuevas plazas de estacionamiento en la calzada en este mandato, que se sumarían a las 5.000 que ya se han ejecutado desde el 2023.

También se convierte en prioritaria la reducción del 30 % de siniestros con muertos y heridos graves de forma inmediata y con el objetivo de llegar a la mitad en el 2030. Las recomendaciones que prevé el Observatorio combinan la responsabilidad del motociclista con aspectos relativos a una infraestructura más adaptada.

A modo de ejemplo, por una parte, se fomentará el uso de equipamiento de seguridad, a la vez que se estudiarán medidas como la ampliación de los abalizamientos en túneles urbanos y curvas cerradas de rondas o amortiguadores energéticos.

Una iniciativa pionera

La creación del Observatorio significa un hito en el sector de la moto, ya que por primera vez colectivos como la patronal del sector Anesdor, la entidad Motoristas por Barcelona y la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico, P(A)T firman un manifiesto de colaboración permanente con el apoyo de la Dirección General de Tráfico (DGT).