Creación de un área ECA en el Mediterráneo occidental

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A pesar de su eficiencia por unidad de volumen transportado, el tráfico marítimo genera una contaminación atmosférica que afecta a la calidad del aire de las ciudades costeras, no solo cuando los barcos están en el puerto. El fueloil que tradicionalment han usado los barcos contiene hasta 3.500 veces más azufre que el diésel de los vehículos. La quema de este combustible emite contaminantes a la atmósfera como los de óxidos de azufre (SOx) y de nitrógeno (NOx), y partículas (PMx) que tienen unos efectos nocivos sobre la salud de la ciudadanía y el entorno.

Para hacer frente a las emisiones contaminantes de los barcos y limitar los efectos negativos a la salud pública y al entorno, la organización marítima internacional (OMI) ha creado las zonas de bajas emisiones de compuestos de azufre (SOx) y de nitrógeno (NOx). Las zonas de bajas emisiones (en inglés, emission control areas, ECA) están reguladas por el anexo VI del Convenio Internacional para la Prevención de la Contaminación para los Barcos (MARPOL). Son áreas donde se introducen niveles más restrictivos para las emisiones de azufre, nitrógeno y partículas que los previstos por el convenio MARPOL, y corresponde a los Estados ribereños la iniciativa de solicitar su creación al OMI.

El tráfico marítimo, por sus valores de eficiencia en el transporte interregional de grandes volúmenes, sigue una tendencia de aumento a causa de factores como los nuevos mercados, las nuevas rutas y la situación económica y política global. Junto con el crecimiento del transporte por vía marítima, también ha habido un crecimiento acelerado de las emisiones de contaminantes a escala global. La preocupación ambiental de las últimas décadas ha provocado la creación de normativas más estrictas con respecto a emisiones a la atmósfera. No obstante, el mar Mediterráneo no tiene estas normativas más estrictas, como son las zonas de control de emisiones (ECA). Se plantea, pues, la oportunidad de incluir el mar Mediterráneo como zona ECA. La creación de una zona de bajas emisiones en el Mediterráneo contribuiría muy positivamente a mejorar la calidad del aire y la salud de los habitantes de las poblaciones ribereñas, así como la calidad ambiental de los ecosistemas mediterráneos.

En cuanto al ámbito global de emisiones, el consenso de la OMI ha sido poner un precio para el carbono en la industria naviera en 2027. Esta decisión histórica establece un precio global estandarizado del carbono y elude de forma efectiva los debates de ámbito estatal y las discusiones sobre el bloqueo observado hasta ahora.

El Ayuntamiento de Barcelona enmarca el proyecto de establecimiento de una ECA en el Mediterráneo en el Plan Litoral, ya que se trata de un complemento imprescindible a los acuerdos con la Autoridad Portuaria de Barcelona —limitados al recinto portuario y al alcance de las competencias del APB— para reducir las emisiones generadas por el tráfico marítimo.

¿Qué estamos haciendo?

Desde el año 2018, la Oficina del Plan Litoral ha estado llevando a cabo acciones para impulsar que el Estado español se posicionase a favor de la creación del área ECA en el Mediterráneo. En el año 2019 el Estado español ya se pronunció a favor de esta iniciativa, y desde entonces la Oficina ha ido haciendo el seguimiento de los trámites internacionales que se están llevando a cabo. En este sentido, la novedad más reciente en el proyecto se sitúa en la última conferencia de la Convención para la protección del medio ambiente marino y de las regiones costeras del Mediterráneo (Convenio de Barcelona), celebrada del 7 al 10 de diciembre de 2021, en la que se acordó lo siguiente:

  • Creación de un área de control de óxidos de azufre (MED SOx ECA) y partículas para todo el Mediterráneo que, una vez aprobada por la Organización Marítima Internacional (OMI), entrará en vigor en enero de 2025

  • Queda pendiente concretar cómo se aborda la aplicación de la tasa de emisiones al transporte marítimo prevista por la Generalitat de Catalunya para buques de más de 5.000 toneladas —como cruceros, transbordadores, tanques, petroleros o los de carga y contenedores—, que grava con un euro cada kilo de dióxido de nitrógeno (NOx) y partículas (PM) que emita la embarcación. El objetivo de este impuesto es favorecer que los barcos se electrifiquen y contaminen cada vez menos para avanzar en la mejora de la calidad del aire.

  • La propuesta de la OMI está preparada para recaudar miles de millones de dólares en finanzas climáticas. Se espera que esta iniciativa trascienda la descarbonización del transporte marítimo y catalice fondos de inversión muy necesarios para iniciativas climáticas en cualquier parte.

  • Barcelona presentó en 2024, y presentará en 2026, reuniones del Grupo de Trabajo del Corredor Marítimo Verde y digital del Green Ports Forum de C-40.

  • Barcelona hosted in 2024, and will again host in 2026, meetings of the Working Group on the Green and Digital Shipping Corridor of the C40 Green Ports Forum.

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