Ciencia e Innovación

Licenciada en documentación (UOC), y postgraduada en nuevas tecnologías de la información y la comunicación (UPC), y en comunicación e imagen corporativa (UOC), Anna Bröll ha desarrollado parte de su trayectoria en el ámbito de las bibliotecas públicas. Más concretamente, se ha especializado en el uso de tecnologías de la información y la comunicación y en el liderazgo de proyectos de participación ciudadana. De hace unos años es responsable del Departamento de Ciencia e Innovación del Ayuntamiento de Barcelona y, por tanto, es parte implicada en este evento de divulgación de la ciencia que vuelve ahora vinculado al proyecto de la Ciutadella del Conocimiento.

La Festa de la Ciència se ha hecho mayor y llega ya a su 18ª edición, consolidándose en la ciudad. ¿Qué aspectos crees que ha ido mejorando más a lo largo del tiempo?

A nivel de programación de actividades, en los últimos años se ha intentado ir incorporando nuevos formatos como las microcharlas y el slam de ciencia, el juego de pistas o la Noche de la Festa, con una programación dirigida especialmente a público joven y adulto. Este año incorporamos, además, un espacio de bar donde podremos tomar algo y disfrutar al mismo tiempo del programa de actividades “Ciencia en la mesa”.

A nivel de organización, y para centrarme en dos aspectos más concretos, la experiencia acumulada de tantos años nos permite realizar una gestión más efectiva tanto desde el punto de vista de la producción, con la mejora de los espacios de las carpas a nivel técnico y logístico, como a nivel de estrategia de comunicación, con la inclusión de las redes sociales y la participación de influencers para llegar a nuevos públicos.

¿Qué destacarías de la edición de este año, tanto para los primeros visitantes como para los que ya repiten?

Destacaría el espacio dedicado a la cuántica, que este año incorporamos como novedad y en el marco del Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas, declarado por la UNESCO en 2025. Y para aquellos que nos visitan por primera vez les diría que paseen por los diferentes espacios y que se dejen seducir por las propuestas de actividades que más les cautiven. Dejarse llevar por la curiosidad y las ganas de aprender es una buena recomendación para vivir esta Fiesta. Por otra parte, y dada la ubicación, vale mucho la pena realizar un recorrido por el yacimiento arqueológico del Born para conocer historias reales de las personas que vivieron allí hace ya más de trescientos años.

La cuántica es todavía un ámbito que mucha gente desconoce. ¿Qué podremos ver en el espacio dedicado a ella?

Se realizarán talleres donde se presentarán conceptos básicos de física cuántica mediante simulaciones con las que podrán jugar los diferentes participantes, y descubrir los fenómenos más sorprendentes de la mecánica cuántica como el experimento de doble rendija, el colapso de la función de onda o el principio de incertidumbre de Werner Heisenberg.También se enseñarán cosas sobre los ordenadores cuánticos, como el instalado en el Barcelona Supercomputing Center, o a adentrarse en el mundo de la criptografía cuántica y las comunicaciones seguras.

Nuevamente se abre el evento a otros espacios como el Parque de la Ciutadella en el marco del proyecto de La Ciutadella del Conocimiento. ¿Podrías añadir algo de este plan de ciudad y la importancia que supone para el mundo de la investigación y la difusión?

De hecho la Festa de la Ciència se celebró durante muchos años en el Parque de la Ciutadella y después, en un intento de deslocalizarla y extenderla a otros espacios de la ciudad pasamos por la Rambla Prim, la Rambla del Raval o el Parque de la Barceloneta. Ahora, con el impulso que se está dando al proyecto de la Ciutadella del Conocimiento, una iniciativa científica y urbanística que implica al Ayuntamiento, la Generalitat de Cataluña, el Gobierno del Estado, el BIST, la UPF o el CSIC para convertir el parque de la Ciutadella y sus entornos en un nodo de conocimiento, divulgación, investigación e innovación puntero en Europa, tiene más sentido que nunca devolver la Festa de la Ciència al Parque de la Ciutadella, y por eso se han programado actividades en el Hivernacle y en el Centre Martorell d’Exposicions.

La Festa cuenta con la indispensable colaboración de las entidades, muchas de ellas repiten y otras se incorporan. ¿Cómo valora su participación? 

Sin la colaboración de universidades, centros de investigación y entidades científicas en general, la Festa de la Ciència no sería posible. Sólo tenéis que echar un vistazo al listado “Quién la hace posible” en nuestra web y encontraréis más de 120 entidades, instituciones y grupos de investigación, y más de 300 participantes entre ponentes, talleristas, y conductores de los espectáculos. Estamos muy agradecidos por el compromiso de todas las entidades que hacen posible la Festa de la Ciència. Sin su generosidad y dedicación a la ciudadanía, nuestro proyecto no sería posible.

Esta Festa de la Ciència vuelve a contar con una noche para el público a partir de 16 años. ¿Qué valoración hacéis de esta apuesta para el público adulto?

Es todavía muy pronto para realizar valoraciones, ya que apenas el año pasado programamos la primera edición. Pero estamos muy contentos porque realmente el público que participó fue mayoritariamente joven y adulto, y éste era el propósito principal. El pasado año hubo unas 700 personas de público y esperamos que este año todavía haya una mayor participación. El caso es que la oferta de actividades sea lo suficientemente atractiva para conseguirlo. Por eso hemos programado, entre otras “La Máquina Enigma: cómo cifraban los nazis y descifraban los aliados”, “El universo rebelde, un viaje por la historia de la cuántica” o el fin de fiesta con el grupo Beyond Colapse, espectáculo protagonizado por dos DJ cíborgs que trascienden los límites de la inteligencia artificial.

También juegan un papel muy relevante los proyectos de Ciencia Ciudadana. Este nexo entre la ciudadanía y el mundo de la investigación da frutos desde hace unos años. Cuéntanos cómo apuesta Barcelona, ​​mediante su propia oficina. 

En Barcelona tenemos la Oficina de Ciencia Ciudadana desde el año 2012. En ese momento fue una apuesta clara del Ayuntamiento por la ciencia abierta y participativa. El programa de Ciencia Ciudadana en las Escuelas es un programa consolidado, con una propuesta de actividad sólida y muy bien valorada tanto por la comunidad científica como por la comunidad educativa. El año pasado realizamos por primera vez el acto de clausura del programa en el marco de la Festa de la Ciència . En el encuentro asistieron unos 200 alumnos y docentes de los centros educativos participantes en el programa, así como los investigadores e investigadoras de los centros de investigación.Y durante todo el sábado, en el marco de la Festa, distintos investigadores e investigadoras participantes en los proyectos de la Oficina de Ciencia Ciudadana compartirán los resultados de su investigación en uno de los espacios de la plaza Comercial.

Acercar la ciencia a las personas es fundamental tanto para despertar la curiosidad como para trasladar las conclusiones y métodos de la investigación. ¿Consideras que se hace suficiente divulgación científica, en este sentido, en Barcelona?

Barcelona es una ciudad con una clara apuesta por la divulgación científica. Por un lado tenemos los centros culturales de proximidad donde podemos encontrar una amplia oferta de actividades, por ejemplo desde la red de bibliotecas públicas con su programa Visiones de la Ciencia, o con el programa Argumenta en los Centros Cívicos; y, por otro, están los grandes centros culturales de la ciudad como el CCCB que hace una apuesta evidente por incorporar la reflexión y el debate científico en sus charlas y exposiciones, el Museo de Ciencias Naturales o el Museo de Ciencias CosmoCaixa, que están especializados en la temática científica.También cabe destacar el programa Ciencia en el barrio del CSIC, y un nuevo proyecto de difusión de la ciencia en el territorio que impulsamos desde el Departamento de Ciencia e Innovación en colaboración con grupos de investigación, el CSIC, bibliotecas y centros cívicos, con el objetivo de programar actividades en territorios de la ciudad donde la programación científica está poco presente o es casi inexistente.

La Festa de la Ciència, junto con la Bienal Ciencia y Ciudad, son dos de los grandes eventos de divulgación científica de la ciudad, y ejes prioritarios del plan estratégico de Ciencia e Innovación. ¿Cuáles son los principales retos de este plan?

Hay muchos retos, pero yo destacaría tres. Por un lado, apoyar el desarrollo del tejido de investigación y de conocimiento de la ciudad para fortalecer este sector y que se convierta en un activo de la economía de la ciudad con el objetivo de contribuir a una Barcelona más próspera y resiliente frente a los retos globales que afrontamos. Por otra, ayudar a establecer un sistema de transferencia hacia el sector empresarial e innovador de la ciudad. Somos referentes a nivel internacional en la investigación y la quinta ciudad europea en producción científica, pero existe un largo recorrido y también margen de mejora en diseñar programas de transferencia de este conocimiento que deben ayudar a nuestro sector empresarial a ser mucho más competitivos e innovadores.

Y, por último, queremos que se reconozca la capitalidad científica de Barcelona en el estado y también en Europa.