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Los interiores de manzana del Eixample

El distrito modernista por excelencia cuenta con una cincuentena de interiores de manzana que se han recuperado para usos públicos

El Eixample es el distrito más poblado de Barcelona y el que cuenta con más paseos principales, edificios emblemáticos como la Pedrera o la Sagrada Família y la mayor parte de construcciones modernistas. El barrio del Eixample, con sus características manzanas de edificios de forma octogonal, se construyó a finales del siglo XIX según el famoso Plan Cerdà, a partir de dos necesidades básicas: por un lado, ampliar una Barcelona amurallada que ya no tenía capacidad para acoger más población durante el auge industrial y, por el otro, construir vías que comunicaran la ciudad con los que entonces eran municipios independientes como Gràcia, Sarrià o Sants.

El Plan diseñado por Ildefons Cerdà preveía unos interiores de manzana que, finalmente, se acabaron empleando para otros usos. Pero desde hace años, Barcelona ha ido recuperando estos espacios reconvirtiéndolos en zonas públicas para emplazar parques, jardines, plazas u otros espacios lúdicos y sociales. Por ejemplo, a mediados de la década de los 80 se recuperó el primer interior de manzana para un uso común, la Torre de les Aigües, uno de los patios más bonitos de la ciudad en el que, durante los meses de verano, se habilita una piscina comunitaria que se llama la playa del Eixample. En los Jardines de la Torre de les Aigües se accede desde la calle Roger de Llúria, 56.

Aparte de este, sin embargo, hay otros interiores de manzana para reivindicar y descubrir. En la misma Dreta de l’Eixample, por ejemplo, muy cerca de los Jardines de la Torre de les Aigües, están los Jardines del Centre Cívic Casa Elizalde. El centro está ubicado en un antiguo edificio del siglo XIX que, con los años, ha acabado siendo público, y cuenta con un patio interior que aún conserva peculiaridades de la época. El espacio está en la calle València, entre Pau Claris y Roger de Llúria. Y en pleno Passeig de Gràcia, el Palau Robert también cuenta con unos jardines de acceso público donde, de vez en cuando, se ofrecen exposiciones, conciertos u otras actividades.

En el barrio de la Sagrada Família destacan especialmente los Jardines de Montserrat Roig, un extenso interior de manzana donde se accede desde las calles Rosselló y Provença, entre Cartagena y Dos de Maig. El espacio es bastante amplio y cuenta con mucha zona verde y un parque infantil. En el mismo barrio están los Jardines de la Indústria, en este caso completamente abiertos entre la calle Marina y la propia calle de la Indústria. El Fort Pienc, en el sud-este del distrito, también cuenta con espacios emblemáticos en interiores de manzana rehabilitados. Por ejemplo, los acogedores Jardines de Manuel de Pedrolo, con acceso desde la calle Diputació número 459, o la propia Plaça de Fort Pienc, espacio neurálgico del barrio.

Al otro lado del Eixample también se han rehabilitado muchos interiores de manzana. Por ejemplo, en la Antiga Esquerra de l’Eixample donde, justo por encima de la Gran Via, entre las calles Villarroel y Casanova, están los Jardines de Cèsar Martinell, con mucha zona verde. Y más arriba destacan, entre otros espacios, los Jardines de Helena Maseras, cerca del Hospital Clínic. La Nova Esquerra del Eixample, por su parte, también tiene interiores de manzana reivindicables, como los Jardines de Emma de Barcelona o los Jardines de Paula Montal. Se encuentran uno al lado del otro, con accesos desde las calles Compte Borrell 157-159 y Viladomat 149, respectivamente. Y el barrio de Sant Antoni, uno de los más particulares del distrito, también cuenta con espacios verdes en interiores de manzana como el pequeño y acogedor Jardín de Mercè Vilaret, en Floridablanca 141, o los Jardines de Maria Matilde Almendros, en Calàbria 90-92.

Fecha de publicación: Martes, 02 Septiembre 2014
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