'Tonta', una obra sobre la diferencia y lo que puede suponer llamar la atención sin quererlo

Cuenta el dramaturgo y director Albert Baldomà que en su infancia y preadolescencia realizaba a menudo un ejercicio que ahora califica de autoflagelación: imaginar ser otro, un amigo o conocido con otras capacidades y que él consideraba que tenía una vida más fácil que la suya. A partir de este recuerdo, y de su experiencia con personas con diversidad funcional, escribió hace unos años el texto Tonta, una pieza sobre la diferencia y sobre el deseo de ser "normal", así como "la tortura que puede suponer llamar la atención sin quererlo", expone Baldomà. El monólogo, interpretado por Núria Florensa y con producción de la compañía leridana La Haus Prod, ocupa estos días la Sala Àtic22 del Tantarantana.

En el programa de mano no se revela cuál es la diversidad funcional de la protagonista. La intención es que los espectadores la descubran a lo largo de la hora de montaje. Lo que sí podemos avanzar es que Alícia - así se llama el personaje - sale al escenario dispuesta a explicar cosas que hasta ahora no se había atrevido a decir. Acaba de cometer una atrocidad, y con los ojos todavía llorosos, pero sin remordimientos ni arrepentimientos, vive un momento liberador y lúcido. La etiqueta que tiene encima la protagonista "es la que obliga al público a replantearse constantemente el juego azaroso que conforma la vida, el lugar y el modo donde nacemos", escribe el autor.

Tonta estará en el Tantarantana hasta el 21 de marzo.