Presentación
Más que un festival
Se hace difícil, a la hora de escribir la presentación de cualquier evento en este 2022, no utilizar expresiones como “vuelta a la normalidad” o dedicar algunas palabras a la pandemia, palabras que intentamos redactar con los verbos en pasado porque deseamos que esta pesadilla que hemos arrastrado durante dos años, ahora sí, ya forme parte de un tiempo pretérito. Pero yo querría, aquí y ahora, mirar adelante, centrarme en el excelente programa del festival, ocho días dedicados a todas las caras de la poesía, un certamen que va a más, que cada año llega a más rincones de la ciudad y que, además de la programación oficial, encuentra la complicidad de bibliotecas, centros cívicos y muchas asociaciones y entidades que también organizan su cata de poesía en el mes de mayo.
Ya no hay excusa para quedarse en casa. Y los actos previstos harán pasar un buen rato a los amantes de la lectura de poesía, pero también a quienes les gusta escucharla recitada, asistir a las más variadas performances, a los amantes de la música —que vuelve a tener un peso muy destacado— o a quienes frecuentan los teatros. Y es que se podría decir que el Barcelona Poesía es más que un festival —por un momento he pensado en escribir que es más que poesía, pero no, porque la poesía, ciertamente, lo impregna todo en la programación, por variada que sea la forma de presentarla, y esa es la razón de ser del festival—, y es una cita que también nos permite un momento de pausa y de hacer balance, de mirar adentro, pero también hacia fuera. En este sentido, la comisaria y el comisario siempre trabajan a contrarreloj para cuidar hasta el último detalle y para que el festival no olvide a aquellos y aquellas que nos han acariciado con su poesía y nos han dejado recientemente. Si bien hace un año el nombre de Joan Margarit estuvo muy presente en el Barcelona Poesía pese a fallecer pocas semanas antes de empezar el festival, este año abrimos la cita con un pregón que será un homenaje a Pau Riba, con la poeta Núria Martínez-Vernis y la banda De Mortimers, que acompañó al cantautor cósmico en un montón de ocasiones con su Jisàs de Netzerit. Y si, como marca la tradición, un pregón abre el fuego, el Barcelona Poesia se cerrará con el también ya clásico Festival Internacional en el Palau de la Música, con nombres como Alice Oswald, Golan Haji o Ángelo Néstore, entre otros. ¡Id reservando asiento! Entre el pregón y el gran recital del Palau, ocho días de intensidad, emoción y sensibilidad, con un homenaje a Narcís Comadira y uno a Guillem Viladot, una obra sobre Gabriel Ferrater protagonizada por Pol López, un maratón de 12 horas de lectura de Pasolini, slams de traducción, jams de escritura, noches de poesía experimental, recitales, conciertos e incluso un pasacalle. ¿Es o no es más que un festival?
Jordi Martí Grau
Teniente de alcaldía de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad
©Arnau Seguí
©Silvia Poch
La palabra como virus
Si la pandemia ha puesto algo en evidencia es que el mundo tal y como lo concebíamos, como inamovible y reconocible, ha quedado suspendido. La mutabilidad, la interdependencia y la porosidad son ahora una condición prioritaria del mundo. Por eso, el Barcelona Poesía 2022 pone el foco en el carácter efímero de la palabra, en la posibilidad de que las palabras circulen por dentro y por fuera de los cuerpos, diseminándose, mutando, convirtiéndose en virales. Así, el festival potencia la creación poética en directo, con toda una serie de actividades (jams de creación poética, slams de traducción, sesiones de improvisación, glosas...) en las que la palabra se piensa y se dice acto seguido, y con la complicidad y la participación festiva de un público que también queremos que sea creador. Al mismo tiempo, hemos favorecido las sinergias y hemos extendido la red de contactos con otras instituciones y espacios de la ciudad, para ampliar el alcance del festival hacia espacios insólitos y hacia colectivos a los cuales, por razones diversas, la poesía no acostumbra a llegar. Así, por ejemplo, recuperamos el espíritu cabaretero de El Molino para hacer un espectáculo poeticoteatral sobre Serafí Pitarra. Y, en este sentido, también cabe subrayar la obra de teatro El club de res de res, producida en colaboración con el CCCB, la Fundación Els Tres Turons y L’Altre Festival, cuyos actores y actrices serán personas con problemas de salud mental. El festival también contará con espacios para la lectura profundizada y calmada de poesía y para el recuerdo y homenaje a personalidades literarias relevantes (Gabriel Ferrater, Joan Fuster, Guillem Viladot…). Por último, incluirá actos de cariz musical y lúdico, porque “la poesía se aleja de la poesía cuando se aleja de la música” (Ezra Pound) y porque nos conviene, más que nunca, celebrar la posibilidad de encontrarnos, de decirnos, de estar.
Josep Pedrals y Maria Callís
Comisarios Barcelona Poesía 2022
La autora de la imagen del festival: Rosa Tharrats (Barcelona, 1983)
Artista visual y diseñadora, investiga las sincronicidades y patrones de la naturaleza de forma intuitiva a través de todo tipo de materiales, especialmente el tejido. Tharrats rastrea, modifica y crea alianzas que potencian la transformación de estos materiales, cambia sus cualidades y los convierte en cuerpos que transitan conceptos como la ingravidez, la meditación o el ritual. Sus obras se conforman a partir de fragmentos y restos de otras obras, cada una con una historia particular que se añade a la nueva pieza. Sus investigaciones parten de la premisa de que tanto los objetos naturales como los artificiales contienen una subjetividad inexplorada que puede establecer una relación orgánica con nosotros. Recientemente ha expuesto en el MACBA, en la Barcelona Gallery Weekend, en Zona Maco, en Bombon Projects, en la galería Heinrich Ehrhardt, en ARCO Madrid o en el Museo del Empordà.
Para crear la imagen del cartel del Barcelona Poesía 2022, ha combinado técnicas digitales con filtros analógicos de color. El resultado son una serie de texturas cromáticas, vitales y acuosas, que se van tiñendo e hibridando unas con otras. Ha querido trabajar la idea de una simbiosis sensible, palpable, casi táctil, con una imagen fluctuante que va girando según su aplicación y formato. Con esto, explica Tharrats, ha querido ser fiel a la idea de un cartel que se convierte en “parte viva del festival”: un cartel que se mueve, que fluye como una ola, que se va transformando delicadamente y que, al mismo tiempo, transmite magia y exaltación poética. Existe una combinación de colores diurnos, como el amarillo solar del centro de la imagen, y nocturnos, con un azul indio de potencia telúrica. Una imagen que transmite una sensación de paz y rebelión a la vez.