Individuos, parejas y familias

Si el capitalismo creaba nuevas necesidades de masas y despersonalizaba al consumidor, ahora es el consumidor quien busca, elige y está dispuesto a pagar por una buena idea; exige un rasgo distintivo. Hemos pasado a hacer las cosas a la medida y al gusto de los demás.

© Dani Codina
Una actividad pensada para las familias: el Brunch Electrònik, en el Poble Espanyol, el pasado mes de abril.

Los científicos del Instituto de Investigación Biomédica grabaron un vídeo musical donde aparecían bailando para conseguir mecenas que sufragaran las investigaciones que llevan a cabo sobre el cáncer, el alzhéimer y la diabetes. En uno de los carteles del vídeo se puede leer: “Together we can make the difference”. Juntos podemos marcar la diferencia.

Este juntos parte de la individualidad (no individualismo). O mejor dicho, del conjunto de individualidades que construyen un colectivo. Hemos pasado del make it yourself a hacer las cosas a la medida y el gusto de los demás. Para los demás.

El éxito ya no se mide por el nivel adquisitivo. De hecho, en épocas difíciles, la gente mira a los ricos con recelo. Ahora el triunfador es el que se ha arriesgado y se dedica a lo que quiere. La medalla es que su cliente, ya sea porque le compra el marco para un cuadro, la fruta que él mismo ha cultivado o le pide que le repare unos zapatos en pleno barrio de la Bonanova, se sienta exclusivo. Es decir, el premio es para los dos. Al comprador le gratifica saber que se lleva una pieza única y que tiene un trato personalizado, quiere tener la impresión de que no forma parte de la anónima cadena de producción de consumo rápido, sino de un intercambio de tú a tú.

Si el capitalismo creaba nuevas necesidades de masas y despersonalizaba al consumidor, ahora es el consumidor quien busca, elige y está dispuesto a pagar por una buena idea; exige un rasgo distintivo. El paseo de Gràcia es un mostrador de marcas llamativo para los turistas, pero muchos barceloneses prefieren las tiendas de barrio, donde se probarán el jersey o el collar que ha hecho una diseñadora a un precio asequible. Los muebles de segunda mano y vintage, comprados en los Encants y restaurados con gusto en sitios como el Meublé, empiezan a ser una alternativa a las gastadísimas opciones de Ikea. Se comparte un lenguaje. Entre emisor y receptor se crea una relación directa y próxima, casi íntima. “Esto que has hecho me gusta, y me gusta que esto que he hecho lo tengas tú”.

El restaurador también busca a su cliente y le ofrece un plus que lo distinga de los demás. Por una parte, cada vez hay más bares que dan la bienvenida a las mascotas, en una ciudad en la que el 15% de las familias viven con un gato o un perro. El Bar Mudanzas, el Calders, en Sant Antoni, o la Casa del Libro aceptan la entrada de animales. La periodista Micaela de la Maza ha publicado una guía de estos establecimientos. También hay peluquerías caninas que ofrecen un servicio de autolavado, y sastrerías, spas y chiquiparks para perros, como Barkcelona.

Por otra parte, la prohibición de fumar en los locales ha hecho que estos se hayan adaptado para que quepan los cochecitos de los más pequeños. Las reuniones de madres y padres con los bebés ya no se hacen en el parque, sino en las teterías o las panaderías donde también sirven café. Hay restaurantes que han puesto en marcha campañas para atraer a familias con niños, y en algunos comercios vemos mesitas, sillitas y juguetes para que se entretengan.

La idea es que no por el hecho de ser padre o madre te tienes que quedar en casa. Cada vez hay más oferta de actividades en familia, como la carrera The Family Run, en la que pueden participar corredores de todas las edades. Valkiria Hub Space es un espacio de cotrabajo que ha habilitado una sala anexa para que las madres trabajadoras puedan dejar a sus bebés. Los alumnos de La Salle de Horta enseñan lectura, escritura y cálculo a los jubilados del barrio. Personas de todas las edades conviven y se mezclan en su día a día.

Los niños son los reyes del Sónar Kids, pero es que hay centenares de ofertas para que aprendan arte, música, ciencia, teatro o circo mientras se divierten. Se suele decir que la creatividad es el talento al alcance de todos, y que lo único que hace falta para que se exprese es potenciarla. El entorno es lo que la inspira.

Llúcia Ramis

Periodista

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