La soledad se puede vivir como un placer o un malestar, y también la podemos sentir estando en compañía. Probablemente todos la experimentaremos en algún momento de la vida, sobre todo en las etapas más avanzadas. En el presente dosier intentamos definir qué es la soledad, un fenómeno complejo que irá a más en una sociedad en proceso imparable de envejecimiento y que, paradójicamente, prima los valores de la juventud. Una sociedad individualista en la que, pese a la difusión de las comunicaciones electrónicas, no forzosamente nos volvemos más sociables ni nos sentimos menos aislados.
Los autores de los artículos que presentamos coinciden en que la soledad incrementa el riesgo de padecer enfermedades mentales y físicas, e insisten en la necesidad de relacionarse y de compartir actividades para reducir ese riesgo. Una de las primeras medidas para aliviar el problema de la soledad es, precisamente, crear comunidad.
Barcelona dispone de múltiples programas de apoyo a las personas mayores, como el Servicio de Teleasistencia, Radares, Vínculos, Amics de la Gent Gran o el programa “Bajemos a la calle”. Entrevistamos también a algunos protagonistas y beneficiarios de estos servicios, que muestran que algo tan simple como salir de casa en buena compañía puede ayudar a recuperar las ganas de vivir.