Las monedas complementarias son sistemas monetarios que se crean al margen de los oficiales para promover proyectos sociales, ambientales y económicos, poniendo en valor activos y recursos locales que no se encuentran en los circuitos de inrtercambio ordinarios. Se erigen también como alternativa –desafío– a la banca tradicional, una banca que emerge de cada nueva crisis más concentrada y poderosa que antes, con ayuda de una digitalización que, lejos de fomentar la eliminación de intermediarios como en otros sectores económicos, en el financiero los hace cada vez más fuertes.
Barcelona prepara su moneda alternativa, ligada inicialmente a un plan de desarrollo social y comercial de los barrios del Eje Besòs. En las páginas siguientes explicamos los rasgos generales del proyecto y ofrecemos una visión de sus precedentes y de los fundamentos teóricos y prácticos de estos métodos de intercambio alternativos, incluidos los no estrictamente monetarios como los bancos de tiempo y diferentes tipos de organizaciones cooperativas.
Junto a experiencias cercanas en el tiempo y el espacio como la grama de Santa Coloma de Gramenet o el ecoseny de la Ecoxarxa Montseny, son también protagonistas del dosier otros sistemas de éxito como la cooperativa suiza de crédito empresarial WIR, la libra de Brístol, la moneda del municipio austríaco de Wörgl –de los años de la Gran Depresión– y los LETS (Local Exchange and Trading Systems), surgidos en 1983 en Canadá. Merecen un artículo aparte las ecorredes que se crearon en Cataluña a partir de 2009 y la Cooperativa Integral Catalana, generadora de numerosos proyectos económicos alternativos.