El Avi d'Orient y la Àvia Orfila son una entrañable pareja de gegantons que representan un viejecito fantástico venido del Oriente lejano, vestido de mago, y una viejecita de la antigua villa de Sant Andreu de Palomar. La leyenda cuenta que los reyes de Oriente le trajeron un abuelo (avi) a un niño de la colla gegantera y por eso la figura masculina tiene este nombre. La pieza femenina se llama Orfila en honor de la plaza del barrio donde está la antigua casa consistorial de Sant Andreu.

La pareja de gegantons son propiedad de la familia Jové Tarrida, que los cedió a la Germandat de Trabucaires, Geganters i Grallers de Sant Andreu de Palomar. Estas figuras ligeras se ajustan perfectamente a los más pequeños de la colla. Se encargaron de su construcción el artista Francesc Jové, que los terminó entre 1999 y el 2000. Enseguida se presentaron y desde entonces no han dejado de salir en las fechas señaladas del barrio, sobre todo por la fiesta mayor —a finales de noviembre— y en más encuentros de fuera donde son invitados.

Las figuras se han tenido que remodelar unas cuantas veces desde que se crearon porque los materiales con que habían sido construidas se han ido degradando con el paso de los años y con las numerosas salidas que han hecho.

Los gegantons abuelos de Sant Andreu tienen baile propio: Sol solet, canción popular arreglada por Enric Montsant. La coreografía que hacen ha sido pensada por la misma Germandat de Trabucaires, Geganters i Grallers de Sant Andreu de Palomar, que se encarga de portarlos.

Cuando no salen, el Avi d'Orient y la Àvia Orfila están expuestos permanentemente en el Centro Municipal de Cultura Popular de Sant Andreu, en la plaza de Can Galta Cremat.