La aparición de Jesús a sus discípulos en el mar. Alivio del portal
La aparición de Jesús a sus discípulos en el mar. Alivio del portal
Desde la sala 2 iniciamos el recorrido por la escultura románica del museo, representada, por un lado, por la escultura ligada a la arquitectura monumental, que tiene el mejor ejemplo en el relieve del Maestro de Cabestany, y, por otro, por el mobiliario escultórico que embellecía el interior de las iglesias, principalmente tallas de la Virgen con el Niño, Cristo crucificado y Calvarios, que se ubicaban en lugares destacados, como el altar.
Estamos ante la obra más importante del museo, realizada por un artista anónimo conocido como el Maestro de Cabestany. Fue un escultor de gran calidad, activo durante la segunda mitad del siglo XII, que trabajó en Toscana, Languedoc, Cataluña y Navarra. Este relieve formó parte de la portada occidental del monasterio benedictino de Sant Pere de Rodes, en Girona, y está considerado una de las obras más destacables del artista y su taller. Fue realizado en el segundo tercio del siglo XII. Se trata de un bloque de mármol reutilizado, como indican los restos escultóricos que se pueden contemplar en la parte trasera.
La escena representa la aparición de Jesús a sus discípulos en el mar, como lo confirma la inscripción situada en la parte superior del relieve. Jesús está de pie sobre el agua y bendice a los apóstoles. San Pedro apoya el pie izquierdo en actitud de bajarse de la barca y San Andrés sostiene el remo. La parte inferior del relieve la ocupa la representación del mar con olas y peces en movimiento, resuelta con gran sentido plástico.
La personalidad artística de este maestro está marcada por la influencia del mundo clásico, y así lo demuestra la recuperación de la técnica del trépano y el fuerte sentido expresionista, que se evidencia en las dimensiones desproporcionadas de las manos, el tratamiento anguloso de los rostros y los ojos almendrados.
A finales del siglo XVIII el monasterio fue abandonado, el portal de la iglesia quedó parcialmente destruido y algunos de los restos pasaron a manos de coleccionistas. Este relieve, único episodio de todo el conjunto que se conserva intacto y en perfecto estado, fue adquirido por los "Amigos de los Museos de Cataluña" mediante suscripción popular y fue donado al Museo Frederic Marès en 1960. El Museo expone dos fragmentos escultóricos más que proceden de la misma portada, una clave con el Agnus Dei y un fragmento con un relieve figurativo.