El Estudio-biblioteca es la sala donde Frederic Marès, como director del Museo, tenía su despacho y donde recibía a las visitas. Allí guardó su biblioteca, objetos personales, títulos y premios, documentación histórica de sus colecciones y del Museo y también parte de su propia obra escultórica, que donó a la ciudad de Barcelona en 1988. Este espacio singular y habitado fue diseñado ex professo en 1964 y no estuvo abierto a los visitantes hasta 1996, cinco años después de su muerte.

El 25 de noviembre de 2018 se inauguró la presentación del nuevo museo como parte de los actos conmemorativos del 70 aniversario de la inauguración oficial del Museo.