merced
merced
Una de las piezas más representativas del museo es esta Piedad, realizada hacia 1537 y atribuida al escultor Juan de Juni. Es la única obra del artista que se conserva en un museo catalán. Realizada en terracota, capta el momento en que la Virgen sostiene en brazos el cuerpo de su hijo muerto. La cruz de madera, al igual que la base que completaba la representación, se ha perdido.
es una composición muy dinámica en la que se disparan fuerzas en todas direcciones. La sinuosidad de la figura demuestra la habilidad y el conocimiento del artista de la teoría manierista de la contemplación desde múltiples puntos de vista. La Virgen -con gesto de imploración- está sentada en el suelo y hace un movimiento arqueado; mueve su pierna hacia adelante mientras su brazo derecho está estirado hacia atrás. El cuerpo de Cristo cabe pesadamente en el regazo de María. Sus brazos y piernas caen inertes y su cabeza cae hacia atrás en un gesto patético. Madre e hijo transmiten en sus rostros un gran sentimiento trágico. Sus reducidas dimensiones hacen pensar que estaba destinado a un pequeño oratorio.
Juan de Juni nació en Francia, probablemente en Joigny, de ahí su nombre españolizado, y se educó en Italia, donde conoció la escultura clásica y la obra de los grandes artistas del primer Renacimiento. También fue allí donde aprendió a trabajar el barro, un material dúctil que le permitía modelar sus figuras con gran naturalismo. Desarrolló gran parte de su actividad entre León y Valladolid, y está considerado una de las figuras clave del Renacimiento hispánico.