Francisco Salzillo es uno de los escultores más reconocidos del último barroco español. Nací en Murcia en 1707, hijo de un escultor napolitano. Al morir su padre se hizo cargo de la dirección de su taller, donde inició una gran actividad, siempre en el marco de la temática religiosa. Es mejor conocido como escultor de pasos de Pascua y figuras de belenes, tallados siguiendo la tradición de los belenes napolitanos.

Este artista creó un prototipo infantil que repetía frecuentemente como representación del Niño Jesús o de un ángel y que adaptaba a diversas funciones según las circunstancias iconográficas. Se trata de niños de caras redondeadas con un modelado muy preciso de la anatomía infantil y de tez sonrosada.

Por estos rasgos característicos se ha atribuido esta pieza a Salzillo. La obra presenta un marcado contraste y el Niño mira hacia arriba con expresión triste. Esto nos hace pensar que probablemente sostenía en su mano derecha un crucifijo (hoy perdido) y lo contemplaba. Según esta hipótesis, esta visión de pasión es la que le provocaría un rictus de tristeza. Se cree que esta imagen pertenece a mediados del siglo XVIII, cuando Salzillo fue el encargado de tallar los ángeles llorones que acompañan a la Virgen de los Dolores de la Cofradía de Jesús de Murcia.

Las imágenes del Niño Jesús eran muy frecuentes en los oratorios de los conventos femeninos, y en muchos casos iban vestidos según cada época litúrgica. El museo cuenta con una buena colección que abarca desde el siglo XV al XVIII y muestra las diversas variantes iconográficas en las que se representaban estas imágenes, desde el Niño Jesús Salvador hasta el Niño Jesús de la Pasión.