Este singular conjunto escultórico es una obra monumental cuya exposición, por sus características técnicas, resulta poco habitual en un museo.

Esta portada -románica de la segunda mitad del siglo XIII- perteneció a una de las dos iglesias cuyos restos aún hoy se conservan en el paraje llamado finca o castillo de Anzano, en Huesca.

La portada está formada por cuatro arquivoltas escalonadas que se decoran con distintos motivos a base de cilindros y temas vegetales.

El tímpano identifica la figura central, conocida como Nuestra Señora de la Leche, bajo un palio sostenido por dos ángeles. Aparece coronada y entronizada con el niño en su regazo. A la izquierda hay una figura masculina sentada, que podría ser San José o un profeta; y, a la derecha, una figura femenina, tal vez una profetisa o una sibila. Lo que más llama la atención del conjunto es la desproporción que se aprecia en las figuras respecto a ellas mismas y entre sí. En el románico el tamaño de los personajes se representaba en relación a su jerarquía.

Desde el punto de vista estilístico, este portal está relacionado con la puerta.  de los ahijados  de la Seu Vella de Lleida, modelo que se extendió por el territorio inmediato a partir de principios del siglo XIII.