Helena Barracó: “Barcelona y la XEAB están haciendo pasos importantes para avanzar en la descarbonización”
Como máxima responsable de Programas y Equipamientos de la Oficina de Cambio Climático y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Helena Barracó pone en valor todo lo que se ha conseguido los últimos años y focaliza especialmente en el papel que tiene la administración pública para implicar e inciar un cambio de actitudes en la ciudadanía. La XEAB (Xarxa d'Equipaments Ambientals de Barcelona) es desde este punto de vista un importante nexo de unión y espacio único para la participación y la difusión más descentralizada.

Licenciada en ciencias ambientales y con dos másteres en energías renovables y en políticas públicas, Helena Barracó empezó en el año 2000 a trabajar en el Ayuntamiento. Ha pasado por distintas áreas, como Residuos, Planificación Ambiental y Estrategia. Fue también fundadora del Col·legi d’Ambientòlegs y es madre de dos hijos. Actualmente y desde 2017 es Responsable de Programas y Equipamientos de la Oficina de Cambio Climático, desde donde también coordina la XEAB.
Llevas más de 20 años trabajando en el Ayuntamiento en materia de medio ambiente. ¿Qué te ha atraído de ese trabajo?
Me gustaba y me gusta la ecología urbana, y sobre todo también la acción. Entrar aquí en el Ayuntamiento fue una buena ocasión para aplicar los conocimientos que había adquirido. Sentía la necesidad de realizar algo más práctico. Y ya creía y sigo convencida, de que los entes públicos deben guiar y mostrar el camino. Los cambios estructurales para afrontar todos los problemas ambientales deben iniciarse desde la administración.
¿Qué metas destacarías?
De mi experiencia profesional, me gustaría destacar el impulso al Ajuntament + Sostenible con el que se introdujeron cláusulas ambientales y sociales en la contratación pública. Recuerdo especialmente cuando se logró que todos los bancos de madera del espacio público tuvieran madera sostenible certificada. También participé en la elaboración del primer Plan de Prevención de Residuos de Barcelona y ahora es un orgullo estar en la coordinación de la Red Barcelona+Sostenible, donde hay 1.500 organizaciones, centros educativos y personas comprometidas con la acción climática y la sostenibilidad.
¿Se ha avanzado en este tiempo, de forma verificable y real, hacia una ciudad más consciente y sostenible?
Yo he visto una evolución muy positiva. Vamos en buena dirección pero hay que acelerar la acción. Barcelona sigue ya el tercer Compromiso Ciudadano por una Barcelona más Sostenible 2024-2034. Para entendernos es el marco de referencia de la Red Barcelona + Sostenible, un conjunto de organizaciones y personas que construyen de forma colectiva una ciudad más responsable social y ambientalmente. La conforman cada vez más entidades, centros educativos, comercios, empresas y personas a título individual. Por ahora la red ya tiene más de 1.500 miembros. La Red cuenta también con un órgano de participación reglada, el Consejo Ciudadano por la Sostenibilidad. Todos los miembros de la red reciben formación, asesoramiento, recursos e incentivos económicos para desplegar las buenas prácticas y también tienen oportunidad para colaborar y realizar acción conjunta con todos los otros integrantes
Hablemos de la XEAB. Define muy brevemente, por la gente que no sabe qué es ni cómo funciona, ¿a qué se dedica?
La Red de Equipamientos Ambientales de Barcelona es un conjunto de equipamientos de carácter público que ofrecen una programación estable y periódica para la sostenibilidad. Es un modelo descentralizado con un total de 19 equipamientos, entre ellos La Fábrica del Sol con el Ateneo de Fabricación digital especializado en economía circular y el Servicio de Documentación de Educación Ambiental, El Espacio lúdico ambiental familiar de la Ciutadella, o el Centre de la Platja. Y unos equipamientos más de alcance de distrito como el Aula Ambiental del Punto Verde de la Sagrada Familia (ensanche), el Aula ambiental de Can Deu (Les Corts), Can Miralletes (Sant Martí) o el Aula Ambiental del Bosc Turull (Gràcia), entre otros. Todas ellas gestionan y organizan actividades para públicos distintos como son talleres, visitas guiadas, actos lúdicos, conferencias o jornadas en torno al ahorro de energía, cómo conectarse a las renovables, cómo hacer prevención de residuos, cómo hacer tu propio huerto, el fomento del consumo responsable o cómo implicarse en iniciativas como el compostaje comunitario o las comunidades energéticas. Desde la Red de Equipamientos Ambientales se promueven ciclos de actividades conjuntas, se co-crean y facilitan recursos para darlas a conocer, enriquecer contenidos y hacer que lleguen a públicos más amplios.
¿Qué acciones destacadas, de forma más cercana, se prevén o querrías mencionar?
En primer lugar la participación en la Fiesta de la Ciencia (días 31 de mayo y 1 de junio). Muchas de las entidades han preparado actividades que van desde demostraciones hasta talleres o espacios para los más pequeños. Y después los días mundiales que ya se acercan, 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente, y 8 de junio Día Mundial de los Océanos. Para el primero se organiza (el 4 de junio) una matinal titulada “Som Xarxa, Som Acció Climàtica” donde se hace balance del programa Barcelona + Sostenible y del Plan Clima, y se harán diferentes ponencias y debates. Y en el segundo (que tendrá lugar el domingo 15 de junio) se centraliza en una jornada en la playa donde tomarán parte 10 entidades que organizarán una acción de concienciación y recogida de residuos.
El Ayuntamiento de Barcelona declaró la Emergencia Climática en 2020. ¡Se contemplan objetivos muy ambiciosos de reducir la pobreza energética, incrementar el verde urbano o ser neutros en carbono en el año 2050! ¿Vamos por el buen camino?
Barcelona se enfrenta a un escenario climático cada vez más exigente, con un aumento sostenido de la temperatura que ha provocado más oleadas de calor, noches tórridas y récords que ponen a prueba la resiliencia de la ciudad. En 2022 fue elegida para formar parte de la Misión Europea 100 ciudades inteligentes y climáticamente neutras para 2030. Es básicamente un compromiso de 100 ciudades que se toman como modelo para empujar un cambio de paradigma y la reducción de emisiones. Estos cien centros urbanos aspiran a ser climáticamente neutros en el año 2030. Es muy difícil que lo logremos, pero todas las acciones sirven para abrir camino y servir de ejemplo para el resto. En materia de mitigación, Barcelona ha dado pasos importantes en la reducción del consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero, y la generación fotovoltaica muestra una tendencia creciente. En cuanto a la adaptación y justicia climática, se han ampliado los refugios climáticos, los espacios de sombra y las zonas de refresco, junto con la mejora del confort térmico en las escuelas. Son acciones concretas que muestran el compromiso municipal con el bienestar de la población. En el ámbito del agua, destaca la reducción del consumo doméstico por debajo de los 100 litros diarios por persona, así como el impulso decidido de recursos hídricos alternativos y sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS), que han superado con creces los objetivos marcados para 2030. Barcelona ha hecho avances significativos en los últimos años, pero la situación de emergencia climática nos obliga a mantener la ambición y el compromiso por garantizar una ciudad más resiliente, eficiente y justa para todos.
¿Qué impacto real tienen medidas como el Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía, que han firmado la mayor parte de municipios de la demarcación de Barcelona?
Actualmente existen unos 200 municipios adheridos en Barcelona y 700 en toda Cataluña. Se trata de crear una red, un frente común y ampliar medidas como las que se van aplicando. La ciudad de Barcelona está incidiendo de forma muy directa en reducir el tráfico, pacificando las calles, tratando de reverdecer los espacios, fomentando también el coche eléctrico, y el establecimiento de las Zonas de Bajas Emisiones ha tenido un efecto importante en el cambio del parque de vehículos con la consecuente mejora de la calidad del aire. Por otra parte, la ciudad está incentivando la generación eléctrica con energías renovables y actúa en la prevención de los muchos efectos que comporta el aumento de temperaturas (refuerzo contra inundaciones, gestión del agua por sequías o investigación en los refugios por calor en los distintos barrios).
¿Qué otras alianzas se han abierto o se estudian?
Para poder llegar a públicos más allá de los convencidos, pensamos que es necesario diversificar formatos y espacios donde extender la cultura de la sostenibilidad. Propuestas y acciones hay varias. Desde la XEAB queremos intensificar el trabajo con la red de centros cívicos, la red de bibliotecas, los centros de mayores y jóvenes. Cada intervención urbanística realizada con criterios de sostenibilidad es una oportunidad para divulgar los valores de cultura de sostenibilidad, es el caso del Parc de Glòries, donde cada 15 días programamos actividades para público familiar como juegos, talleres o visitas para explicar y divulgar aspectos diferentes en medio ambiente. Las fiestas mayores del barrio o los grandes eventos culturales y deportivos de la ciudad son también oportunidades para hacer prevención de residuos o ahorro energético y darlo a conocer a un público más amplio.
Como ambientóloga sabes que el momento es muy crítico. Hablamos de “cambio climático”, pero tenemos problemas graves también con la contaminación, con el abuso del agua, con el declive de especies y poblaciones, con la salud, con los cambios biogeoquímicos… Tú misma has dicho en otras ocasiones que es necesario un cambio radical. ¿La sociedad está preparada?
Hacemos la Encuesta de hábitos y valores ambientales de Barcelona que nos proporciona información muy valiosa para orientar mejor las políticas en este sentido. Detectamos que la conciencia hacia el cambio climático ha aumentado y la mayoría de la ciudadanía considera que es un problema grave o muy grave que le puede afectar su vida (las situaciones de sequía o la DANA reciente que ha sufrido la Comunidad Valenciana han contribuido a ello). Por un lado, la gente está preocupada por todo lo que les llega a las noticias, pero no acaban de ver la conexión del problema global con las acciones cotidianas. Comentan también que les falta información de cuáles son las alternativas y cómo actuar. Es necesario que sigamos trabajando para ofrecer oportunidades para implicarse en ser parte de la solución y escalar iniciativas exitosas.
¿Cómo se puede implicar más a los ciudadanos en este cambio necesario?
Hay que volver a lo que decíamos al principio. Desde la administración se debe ser ejemplo, actuar en consecuencia con lo que se dice y poner fácil el camino hacia ese cambio. Hay mucha información pero todavía hay que acercarla con más espacios y sobre todo crear un relato que ayude a que penetre más. Hay muchas iniciativas, pero todavía no se conocen, o no todo lo que quisiéramos. Una herramienta muy valiosa que la gente puede consultar es la relación de actividades de cultura de sostenibilidad de la Agenda + Sostenible. Y si quiere comprometerse, le animo a formar parte de la red Personas + Sostenibles.