
Tras el rastro del cometa Swift-Tuttle
En las noches centrales de agosto, orientad la mirada hacia la constelación de Perseo para cazar alguna de las lágrimas de San Lorenzo.
Cada año, en torno al día de San Lorenzo (10 de agosto), la probabilidad de contemplar estrellas fugaces aumenta. Es la época del año en que se produce la lluvia de estrellas de las Perseidas, también conocida como las lágrimas de San Lorenzo al producirse en las proximidades de la festividad de este mártir que fue quemado vivo en una parrilla. Durante esta época, la Tierra se cruza con las partículas de polvo que deja el cometa Switf-Tuttle a su paso, muchas de las cuales irrumpen en nuestra atmósfera a gran velocidad y al rozar con sus gases se encienden y emiten luz. Cazar las Perseidas con la mirada es todo un reto y este año lo podéis intentar del 12 al 24 de agosto, con la noche del 12 al 13 de agosto como momento álgido.
Los cometas son pequeños objetos celestes de cuerpo sólido que en acercarse a una estrella como el Sol se calientan, emiten polvo y gases, y forman las hermosas colas que los caracterizan. Estos cuerpos se desplazan describiendo órbitas de período muy variable. La del cometa Swift-Tuttle, descubierto independientemente en 1862 por Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle, traza una órbita de unos 133 años a lo largo de la cual se acerca a nuestro Sol y cruza la órbita terrestre. La última vez que el cometa se acercó a nuestro planeta fue en 1992 y no volverá a pasar hasta el 2126, pero la Tierra cruza cada año su zona de paso y se encuentra con los restos de polvo que dejó. Estas partículas (en general de tamaño inferior al cabeza de un alfiler) se desplazan a más de 200.000 kilómetros por hora, por lo que si penetran en la atmósfera de la Tierra a aquella velocidad, se encienden debido al rozamiento con las moléculas los gases atmosféricos y emiten suficiente luz como para detectarlas desde la superficie, a unos 100 kilómetros más abajo.
El nombre de Perseidas hace referencia a la constelación de Perseo, la región de la cúpula celeste por donde suelen entrar estos meteoritos. Así, para incrementar la probabilidad de verlas, orientad la mirada hacia aquella zona, aunque también tendréis que tomar alguna medida más. En una ciudad alumbrada como Barcelona, la contaminación lumínica dificulta su observación, por eso es recomendable buscar un espacio sin demasiada luz, como un terrado o algún punto dentro de una zona verde como Montjuic o Collserola. Asimismo, hay que tener presente que la Luna es otra fuente de contaminación lumínica, por lo que, conviene hacer la caza de estrellas cuando esta se haya puesto.
Así que ya sabéis: del 12 al 24 de agosto buscad un lugar libre de luz, poneros cómodos, mirad hacia Perseo y, si cazáis alguna Perseida, pensad un deseo. Que se cumpla o no, ya será cosa vuestra.
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