Tiempos de humo, ruido y máquinas

Barcelona, ciutat de fàbriques. Gelats, joguines, perfums… els productes quotidians
[Barcelona, ciudad de fábricas. Helados, juguetes, perfumes… los productos cotidianos]
Autora: Mercè Tatjer
Albertí Editor y Ayuntamiento de Barcelona
Barcelona, 2014
221 páginas

 

Centros de creación artística, oficinas de diseño, talleres de artesanos… Espacios que nacieron para acoger la fabricación en serie de los productos más variados se dedican actualmente a usos diversos. Este libro restituye la vida de esos centros fabriles y reconoce la aportación de sus trabajadores.

Centros de creación artística, oficinas de diseño, talleres de artesanos… Espacios que nacieron para acoger la fabricación en serie de los productos más variados se dedican actualmente a usos diversos. La arquitectura es, en la mayoría de los casos, la única expresión que ha sobrevivido de una intensa actividad industrial que determinó el paisaje y el desarrollo urbano desde finales del siglo xviii hasta las postrimerías del milenio. Barcelona, ciutat de fàbriques repasa este patrimonio, pero tiene el valor y el interés de ir más allá del aspecto monumental y analizar de manera integral este fenómeno histórico, económico y social.

La doctora en geografía y experta en geografía e historia urbana Mercè Tatjer acumula años de investigación académica, pero también de trabajo sobre el terreno y de contacto con la gente. No es de extrañar, pues, que esta sensibilidad impregne las páginas de una obra que, aunque solo sobre el papel, restituye la vida de esos centros fabriles y reconoce la aportación de sus trabajadores. Y que también pone al lector en la piel de los barceloneses que asistieron a las transformaciones que implicaron estos procesos.

El libro nos invita a entrar en una de las primeras casas de paraguas y sombrillas, que todavía conserva la fachada de la tienda, conocida por su emblemático dragón, en el Pla de la Boqueria. O a experimentar con los primeros sistemas de fabricación de hielo artificial, que se vendía en barras a los particulares. A sonreír con la ilusión de los niños ante unos juguetes que democratizaron su presencia doméstica o a descubrir los cromos que escondían las tabletas de chocolate y que se convirtieron en una eficaz herramienta de aprendizaje en un mundo donde el acceso al conocimiento no estaba al alcance de todos. A sentir los olores de los jabones y perfumes que ocupaban los tocadores femeninos. A reconocer el valor primordial del sector textil y la aportación de las artes gráficas y las editoriales barcelonesas con proyección internacional. O a visitar las vaquerías que ofrecían leche fresca o alguna de las cervecerías que reflejaban la popularización de esta bebida.

Y es que, acertadamente, son los productos los que guían al lector a la hora de conocer la naturaleza de los diferentes sectores que hicieron crecer la ciudad. Todo ello con la ayuda de la publicidad, una especialidad que apareció en paralelo a la explosión empresarial y que fue fundamental en la consolidación de muchas marcas. De hecho, la experimentación y la calidad, con la implicación de artistas de gran prestigio, fueron constantes en los carteles y los anuncios que aparecían en la prensa, como reflejan las imágenes incluidas en el libro.

Albertí Editor continúa su labor de recuperación y divulgación del pasado de nuestra ciudad. En este caso, con una obra para un público amplio que contextualiza y reivindica el fuerte peso de nuestro patrimonio industrial y ayuda a leerlo en el presente. Y a seguir su rastro con las recomendaciones que, al final de cada capítulo, animan a probar los productos y a visitar los espacios supervivientes de esta tradición.

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