El nuevo equipamiento se convertirá en un centro de información cultural y ciudadana de primer orden. Su programación irradiará a todos los barrios de la ciudad con actividades y colaboraciones estrechas con los centros y talleres de estudio.
El pasado mes de julio el Ayuntamiento de la ciudad hizo público el proyecto de reforma y rehabilitación de la nave central del antiguo complejo fabril de Can Batlló (21.000 m2 construidos) como nueva sede del Archivo Municipal de Barcelona, con el objetivo de reunir allí todos los fondos documentales hoy dispersos en veintiún centros de archivo y dependencias. El proyecto establece un nuevo modelo archivístico más abierto a la ciudadanía, con un programa renovado y culturalmente sensible a todas las voces. La propuesta de Can Batlló prevé habilitar el edificio para que cumpla las funciones de conservación, consulta y difusión propias de un archivo y, a la vez, se convierta en un nuevo centro cultural y de información para la ciudad.
El Archivo de Barcelona nació con la constitución del incipiente gobierno de la ciudad en el siglo xiii, para conservar y custodiar los privilegios que los condes reyes otorgaban a la ciudad con un régimen político especial. Con todo, los primeros intentos para organizarlo no surgieron hasta 1917, cuando se decidió la separación de los fondos documentales históricos y administrativos con la creación de dos centros: el Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona y el Archivo Municipal Administrativo (actualmente Archivo Municipal Contemporáneo de Barcelona).
El Ayuntamiento conserva más de cincuenta kilómetros de documentación de todas las épocas y formatos (pergaminos, legajos, fotografías, carteles, mapas, planos, documentos sonoros, audiovisuales, electrónicos, etc.), de procedencia pública o privada, que son la expresión del latir de la ciudad desde hace más de ocho siglos. Esta documentación es accesible de manera libre y gratuita en las salas de consulta de los diferentes centros, con finalidades administrativas o de investigación. Asimismo, estos equipamientos disponen de servicios de reproducción y organizan actividades culturales y ciudadanas.
La integración de todos los fondos documentales en un único centro en Can Batlló permitirá contar con espacio suficiente para acoger los ingresos documentales pendientes en cualquier tipo de soporte y favorecerá la proyección hacia la ciudadanía de un patrimonio documental de un valor excepcional. La propuesta de centralización también toma en consideración el ahorro que supone la construcción de un equipamiento que reúna todos los fondos documentales, porque se racionalizarán espacios y servicios. El nuevo Archivo Municipal permitirá ofrecer un mejor servicio a los usuarios para las consultas documentales y de investigación de información, pero además se convertirá en un modelo a escala internacional, que hará de Barcelona un referente de la conservación y la difusión del patrimonio documental y la memoria histórica. La centralización también evitará los riesgos de pérdida de información, de litigios por falta de pruebas documentales y de pérdida de patrimonio histórico por falta de capacidad de almacenamiento.
El equipamiento de memoria y conocimiento de nuestra ciudad ha de convertirse en un centro de información ciudadana y cultural de primer orden. Su programación irradiará a todos los barrios con actividades y colaboraciones estrechas con los centros y talleres de estudio. De modo similar, debe acercarse más al mundo universitario y de la investigación para tejer alianzas que incorporen al mundo educativo al estudio de las fuentes primarias, convirtiéndose así en un aula permanente de todos los públicos.
El Archivo de la Ciudad se reorganiza y adapta a los tiempos y a las necesidades actuales. Queremos iniciar proyectos que incorporen el patrimonio fotográfico y audiovisual como elemento central de colaboración con instituciones y entidades locales relacionadas con la imagen. El nuevo centro ha de estar abierto a los barrios, especialmente a los del distrito de Sants-Montjuïc, con participación de las entidades y colectivos que han hecho posible el tejido asociativo de Can Batlló.