Se prevé que en el año 2050 casi el 70 % de la población mundial vivirá en zonas urbanas. En España este porcentaje ya llega al 80 %. Las ciudades del mundo ocupan solo el 3 % de la superficie de la Tierra, pero son responsables del 60 al 80 % del consumo de energía y del 75 % de las emisiones de carbono. El futuro de la humanidad, pues, se juega en las ciudades.
En el siglo XXI Barcelona ha experimentado un boom migratorio –entre 2000 y 2015 llegaron más de un millón de personas, procedentes de otros países y también del resto de Cataluña y de España. Ante esta nueva realidad demográfica, la ciudad ha de saber encontrar nuevos equilibrios que hagan posibles unas condiciones dignas de subsistencia en los ámbitos educativo, sanitario, laboral, medioambiental y de vivienda.
El futuro de la ciudad debe construirse sobre tres pilares básicos: la identidad, la cohesión y la sostenibilidad. En la convivencia pacífica de múltiples identidades está la clave de la cohesión. Y ser capaces de generar una cohesión que favorezca la igualdad será un requisito indispensable para garantizar una ciudad sostenible.
¿Es posible construir ciudades más humanas? Para responder a esta pregunta diferentes entidades sociales y grupos de reflexión organizaron en noviembre un ciclo de conferencias, cuyos temas resumimos en artículos de los propios ponentes.