Este año, sí. Después de dos años de limitaciones y restricciones, recuperamos la celebración de La Mercè en nuestras calles y plazas. Volveremos a llenar Barcelona de bailes, música, tradiciones y alegría. Volveremos a subir al cielo con los castellers, a saltar en los pasacalles con los gigantes y los cabezudos, y a correr bajo las chispas y el brillo de las estrellas. Nos merecemos volver a vivir con la intensidad de siempre nuestra Fiesta Mayor. ¡Qué alegría poder reencontrarnos otra vez para celebrar las fiestas de nuestra ciudad!
Y qué mejor pregonera para esta Mercè del reencuentro que Carla Simón, mujer, joven, barcelonesa y una de las cineastas más reconocidas en nuestra casa y en todo el mundo. Una directora con un estilo propio, que universaliza la vida cotidiana, con una mirada feminista y con una sensibilidad que nos enamora. Barcelona es muy afortunada de tenerla como pregonera.
Este año, la ciudad invitada será, por primera vez, italiana, y será Roma, ciudad mediterránea y cuna de las artes con la que nos unen muchos vínculos. De hecho, la comunidad de origen extranjero más numerosa en nuestra ciudad es la italiana. Pero no nos olvidaremos de la ciudadanía ucraniana, con el deseo de que Kiev nos pueda acompañar el próximo año, y con la esperanza del fin de la guerra y el triunfo de la paz.
La cultura, que nos ha hecho compañía los días de confinamiento y de pandemia, y nos ha ayudado a salir adelante, estará muy presente en La Mercè. Convertiremos diferentes lugares y rincones en escenarios repletos de arte, talento e innovación. Espectáculos de danza, música, circo, cine al aire libre y sonidos y ritmos de lo más variados. Durante unos cuantos días, los artistas tomarán la ciudad con los únicos límites de la imaginación.
Barcelona son sus barrios, y la programación de La Mercè también se vive en ellos. Porque la cultura nos empodera y nos da derechos y libertades, es importante que llegue a todos los barrios. Por eso, incorporamos nuevos espacios a los ya consolidados, como el parque del Aqüeducte en Ciutat Meridiana, la Zona Universitària o la ronda de Sant Antoni.
Vivimos un momento de incertidumbres y crisis que nos tiene que servir para aprender, cambiar e imaginar la ciudad del futuro. Reinventarnos para poder dejar un mundo digno de ser vivido a nuestros hijos e hijas. Tenemos que poner la vida en el centro y cuidarnos, como las tres generaciones que se abrazan en el precioso cartel de David de las Heras que tan bien refleja a Barcelona. Ciudad cuidadora, que no deja a nadie atrás y mira el futuro con optimismo y confianza, orgullosamente diversa, solidaria y que afronta los retos haciendo piña. Porque haciendo comunidad somos más grandes y hacemos posible lo que parece imposible.
No quiero acabar sin dar las gracias a todas las personas que con su esfuerzo y dedicación hacen realidad esta celebración, que es de todo el mundo y para todo el mundo. Tenemos muchas ganas de participar. Queremos unas fiestas llenas de amor y respeto, y libres de machismo, racismo y LGTBIfobia. Una Mercè abierta y participativa. Disfrutemos de nuestra Fiesta Mayor, dando lo mejor de nosotros y nosotras y reivindicando la ciudad orgullosamente diversa que somos.
¡Viva La Mercè!
¡Viva Barcelona!
Ada Colau Ballano
La Alcaldesa de Barcelona
